Marisela y la “transa” de las recompensas
Carlos Loret de Mola
De tanta insistencia despertó
sospechas. Nada más llegaron los nuevos altos funcionarios de la PGR y algunos
de sus colaboradores que permanecían en la dependencia desde el sexenio pasado
les insistieron mucho en firmar el papeleo para pagar las recompensas a quienes
dieron pitazos para capturar a narcos.
¿Por qué tanta presión? ¿Por qué
tanta insistencia?, se preguntaron en el despacho de la subprocuradora Jurídica
y de Asuntos Internacionales, Mariana Benítez Tiburcio. La preocupación
ascendió hasta el procurador Jesús Murillo Karam.
La respuesta comenzó a delinearse
unos días después durante la primera reunión que tuvo la nueva PGR con el Gobierno
de Estados Unidos. Un encuentro ríspido en el que los vecinos del Norte
presumieron que, gracias a información que proporcionaron a la Marina, ésta
pudo capturar al líder del cártel del Golfo, Jorge Eduardo Costilla Sánchez “El
Coss”, en septiembre de 2012 (todavía durante la administración de Felipe
Calderón). Por datos que llevaran a su arresto la PGR ofrecía 30 millones de
pesos y Estados Unidos cinco millones de dólares.
Cuando en esa ríspida junta la
DEA reveló que fueron sus reportes de inteligencia los que permitieron la
captura de “El Coss”, los nuevos jefes de la PGR se quedaron sorprendidos: uno
de los documentos que tanto les insistían en firmar era para pagar una
recompensa millonaria a un informante que, según los documentos oficiales, había
dado el tip sobre “El Coss”.
Sólo apoyados por su personal de
mayor confianza, el procurador Murillo y la subprocuradora Benítez arrancaron
la indagatoria interna. Sospecharon que estaban durmiendo con el defraudador.
Los primeros indicios apuntaron a
la PGR de Marisela Morales Ibáñez, bajo cuyo auspicio habría operado una red
que usaba la información sobre el paradero de los más buscados (proporcionada
por agencias nacionales e internacionales), las disfrazaba de denuncias
ciudadanas anónimas y buscaba quedarse con las recompensas a través de terceras
personas de las que no quedaba rastro con el argumento de que debían esconder
su identidad para protegerles de eventuales venganzas de sus denunciados.
(Cuando en esta columna bajo el
título “¿Quién se llevó la ‘lana’ de las recompensas?”, el día 5 de los
presentes, se reveló por primera vez esta red, se atribuyó erróneamente el
descubrimiento al caso de “El Lazca”. En realidad fue el de “El Coss”).
En conferencia de prensa en
Estados Unidos, el procurador Murillo confirmó la investigación que implica a
Marisela Morales.
El expediente de la PGR sobre
Marisela Morales, según confían varias fuentes del más alto nivel, alcanza
sospechas de presuntos manejos administrativos irregulares que habrían
implicado una sociedad informal con Alejandro Puente, empresario de medios de
comunicación y ex candidato de Movimiento Ciudadano al Senado.
SACIAMORBOS
“Jesús Reyna no existe”, dicen en
privado altos funcionarios del gabinete federal. Se quejan de la inacción del
Mandatario en funciones en Michoacán ante la descomposición del Estado.
Leer
Luis Ernesto Salomón
En apenas dos o tres generaciones hemos pasado al imperio de la información, al mundo dominado por los servicios, al dominio de las ciudades y, como lo dijera Baricco, el notable novelista y pensador italiano, a una nueva ola de barbarie. El cambio es tan vertiginoso que las habilidades que deben aprender nuestros niños hoy son muy diferentes a las que se adquirían apenas hace 40 años. Sin embargo la habilidad fundamental para nuestra civilización es la lectura.
La escuela, institución engendrada en la modernidad ilustrada, sigue siendo una especie de fábrica de habilidades que informa, forma y hasta uniforma a las comunidades. Sin embargo, la escuela de hoy está abierta al flujo global de la información que permite a los alumnos tener acceso a distintos criterios en línea. Este fenómeno es muy reciente y por eso no podemos emitir una conclusión muy profunda de sus efectos, pero lo que es una realidad es que la disposición de datos, la inmediatez y la facilidad provocan una tendencia a la superficialidad. Pareciera que el conocimiento, más que asimilarse, se consume.
La multiatención que propician las herramientas electrónicas contribuye a una especie de saturación que nos distrae. Un alumno de enseñanza media vive en medio de un choque entre la necesidad de concentrarse en los tópicos de su formación, y al mismo tiempo en satisfacer una suerte de agenda social que desahoga en buena parte por medio de redes sociales integradas por computadoras, teléfonos inteligentes que han abierto ventanas enormes por donde entran luces y sombras aparentemente imperceptibles.
Vivimos un periodo de transformación social en que estamos en medio de una confrontación entre la civilización y la barbarie global que nos impulsa mediante el consumo. Un verdadero choque que enfrenta a los sentidos con la razón, al entretenimiento fácil contra la educación, a la vida social ante los deberes, y a la lectura frente a la simple percepción. Las escuelas que son capaces de transmitir los valores esenciales de nuestra civilización se convierten en islas ante al mar de consumo y las universidades son baluartes. Los excluidos ya no son analfabetas, sino que aun teniendo la habilidad lectora están entregados al imperio de la uniformidad del simple consumo que repite y genera afinidades emotivas. Entre la televisión y la escuela está la capacidad crítica. Entre un reality show y un cuento de Edgar Allan Poe está la capacidad de resistir a esta barbarie escolarizada.
Por eso, cuando la inmensa mayoría de los niños van a la escuela y son lectores potenciales, es fundamental que la sociedad ponga atención en brindarles lo mejor en las aulas. Es tiempo de trabajar en mejorar la calidad de la educación con una visión mucho más allá de la simple transmisión de conocimientos y formación de habilidades, para incluir la defensa de los valores esenciales de nuestra civilización, entre ellos el respeto a la dignidad de cada persona y la obligación de obediencia a la ley y la autoridad. La barbarie fomenta la violencia, cultiva la impunidad y favorece el egoísmo que coloca a las personas de espaldas a los temas públicos. Estamos ante el imperativo de solamente leer, de hace algunas décadas, al de leer contenidos de calidad que defiendan la identidad local y transmitan los valores cívicos de la libertad responsable.
Contagió Emilio a Aristóteles: la
macrodeuda le vale....
Iván García Medina
¡¡Puff! Nos volvimos a acordar
del arrogante gobernador Emilio González Márquez cuando dijo que él sabía lo
que el pueblo quería y que lo que unos poquitos decían le valía madre. Es
más...nos mentó la madre.
Pues así anda de girito el
gobernador de Jalisco Emilio Sandoval Díaz quien fue a echar a perder el de por
sí inexistente informe de gobierno de Ramiro Hernández cuando de su ronco pecho
soltó según Mural página 2 Comunidad de hoy: "Y desde aquí les digo, que
si regresaría, volvería a tomar esta decisión".
Y le faltó una copa más para
decir: "es más... (Póngale usted la mentada)".
Y ya encarrerado Ramiro también
sacó su lado bravucón: "dígase lo que se diga" Guadalajara avanza.
Les faltó traer a Polo Polo. Y
hubiera rematado... ¡a hue..!
Desafío
Rafael Loret de Mola
*Ricos También Lloran
*Actuar sin Consensos
*Cada quien a su Santo
La protesta de los grandes multimillonarios contra la reforma hacendaria no nace de la frivolidad de quienes quieren proteger sus altos márgenes de ganancia, lo que sería obviamente cuestionable; sino es consecuencia de uno de los peores yerros de la actual administración federal: actuar si el menor consenso, o disparar reformas sin el debido conocimiento, a priori, de cuantos sufrirán las consecuencias o significan algo en los polos opuestos; esto es como si el titular del Ejecutivo disfrutara al poner de rodillas a los poderes fácticos. Y sobre ello no hay engaño: lo dejó entrever así durante la lectura de su discurso inaugural de su mandato, el primero de diciembre de 2012, en el Palacio Nacional. Pese a lo anterior, la advertencia era sutil y no significaba, a simple vista, una intención de ruptura tan clara y definitoria.
Ahora es otra cosa. Da la impresión de que el gobierno apunta como prioridad convertir a las “minorías” que se manifiestan en “mayorías” que le repelen, agrediendo a los más por lo menos. Por ejemplo, cualquiera esperaría alguna propuesta para elevar las fuentes de empleos y el poder adquisitivo aun a costa de realizar obras de infraestructura en las carreteras, como hizo calderón –minúsculas- al final de su gestión, que beneficiaron, en primer lugar, a los capos de mayor influencia sobre el territorio nacional. Esto es, enjaularon a la sociedad a cambio de brindarles a los cárteles las mejores vías para el traslado de las drogas, como el tan celebrado “Puente Albatros”, sobre el río Nazas, rumbo al Puerto Lázaro Cárdenas, en Michoacán.
Las prioridades son otras: paz, en primer sitio, y trabajo para poder enfrentar a los diarios desafíos familiares por salud, techo y alimentos. Las panaceas ya no sirven ni un suspiro y es evidente que, al paso de los años, los servicios sociales han disminuido visiblemente en ausencia de mantenimiento e inversiones para modernizarlos. Lo mismo va para la transportación de pasajeros, encajonados los ferrocarriles cuyas bellas estaciones se convierten en museos por falta de uso y para darle un toque nostálgico con olor a pasado, que en cuanto a las instituciones de salud pública en donde se mal atiende a los pacientes, se desdeña a los moribundos y se deja a la deriva a infinidad de enfermos, incluso terminales. El listado es tan grande que no asombra el enorme sacrificio de muchos hogares por sostener a sus pacientes gracias a los médicos y clínicas particulares –con carísimas medicinas, además, injustificadamente-, dejándolos en la más ominosa postración. ¿De eso se trata la justicia social?
El gobierno ha olvidado algo esencial: la búsqueda del justo medio para tratar de evitar que los tremendos desequilibrios comunitarios –un puñado de millonarios sobre una inerte mayoría de asalariados con escasos satisfactores-, desemboquen en una severa crisis contra la paz pública. Es como si, desde arriba, mantuvieran una suerte de desafío para medir hasta donde se vence la resistencia atávica de los mexicanos. Y la realidad nos indica una perspectiva límite bastante cercana, entre los conatos de represión –por la imposibilidad de llegar a acuerdos sensatos por la intransigencia de sendas partes, el gobierno y quienes protestan-, y la silente sumisión de quienes, por evitarse problemas dicen, prefieren cerrar los ojos y caminar hasta donde los bloqueos se lo permitan, bajando las cabezas y aireando sus frustraciones en privado. Por ello, claro, por este comportamiento indiferente, en apariencia, los funcionarios se sienten con derecho a señalar destinos y a restarle importancia a la depauperación colectiva.
Dicho esto, es evidente que la incipiente reforma hacendaria no lastimará gran cosa a los multimillonarios quienes tienen blindajes suficientes en el exterior; pero sí a sus empresas nacionales que reducirán alcances, y lo mismo fuentes de trabajo, para adaptarse a la severidad de las medidas oficiales, tales como la elevación desproporcionada –al treinta y nueve por ciento- del Impuesto Sobre la Renta, mismo que, desde luego, no afectará sólo a los ricos; y en el mismo sentido el encaje bancario del dos por ciento sobre las cuentas va en detrimento del ahorro y destruye buena parte de las expectativas vitales. ¿O acaso los mexicanos estamos condenados a trabajar más, ganar menos y tener pocas oportunidades de disfrutar de la existencia, viajando o celebrando a la vida? El cuadro es dantesco, como si el inframundo –por eso escribí sobre éste en 2011 bajo los auspicios de Jus como alternativa a la censura-, estuviese aquí sobre una realidad punzante y destructiva con los cancerberos de las tres cabezas, en la visión de Dante, dominando cada uno de nuestros pasos hasta hacernos rendir, perdiéndolo todo, en la hora final.
A los grandes empresarios les molesta, además, la cancelación de la llamada “consolidación fiscal” que mucho les servía para deducir impuestos inyectando capitales a sus empresas con números negros desde las que daban utilidades; con ello, el fisco pretendía alentar a los consorcios para evitar la caída de los empleos. Ahora no será así y ello redundará en una mayor tasa impositiva a los patrones de relevancia mayor o media. ¿Justo? Podría parecerlo a simple vista, salvo por un efecto que nos atañe a todos: a medida que dejen de tener mayores márgenes para la inversión habrá menos empleos para quienes los demandan, angustiados, cada año. Los poderosos no pierden en el juego sino quienes los hacen triunfadores en un mundo de hondos desequilibrios sociales.
Desde luego, Carlos Slim Helú, Germán Larrea Mota-Velasco, Alberto Baillères González y Lorenzo Zambrano Treviño, algunos de los mayores multimillonarios del planeta y al frente de la lista de los mexicanos con enormes fortunas –Slim compite por el primer sitio entre los más ricos del planeta con Billy Gates y todo indica que el gobierno se encargará de que pierda la competencia favoreciendo con ello al estadounidense del mundo cibernético-, no están en condiciones precarias ni lo estarán.
En el peor de los casos, venderán empresas poco redituables y conservarán las mínimas para tener confort el resto de sus existencias, a cambio, claro, de quienes prestan sus manos y brazos para hacerlas producir, la mayor de las veces, como en las mineras de Slim, Larrea y Baillères, en condiciones infrahumanas, como si todavía no llegara el estallido de Cananea como incendiario llamado a la Revolución. Es una vergüenza tremenda que los antiguos precursores de “la bola”, hastiados de los malos tratos de sus patrones –en su mayoría extranjeros-, no hayan ganado el privilegio de la justicia para las generaciones posteriores que laboran en condiciones similares a las de más de un siglo aunque ahora los dueños sean mexicanos o prestanombres.
Por supuesto, es a los mexicanos, a la mayoría silente, a la que le irá muy mal aun cuando los empresarios opten por manifestarse a la par con los maestros disidentes que se niegan, de manera patética, a ser evaluados con el sambenito de que primero debe evaluarse a los miembros del gabinete presidencial; ésta es demagogia pura.
Quien no quiera someterse a exámenes de calidad, ¿tiene o no autoridad moral para hacer lo propio con sus educandos? Ésta es la cuestión de fondo sin los pretendidos matices sobre las aplicaciones a los funcionarios quienes, dicho sea de paso, se sometieron al escrutinio de los votos; eso sí: una cosa es el presidente y los gobernadores y otra los secretarios a quienes ellos designan unilateralmente: ya va siendo hora de que el Congreso –o el Senado de la República de acuerdo a sus facultades- refrende los nombramientos de tales colaboradores antes de que se conviertan en lastres, como ocurre, por ejemplo, con el impresentable, moral y culturalmente, Emilio Chuayffet Chemor, en funciones de secretario de Educación contra todos los consensos salvo el del señor Peña.
Pero si la protesta alcanza a la cúpula empresarial tal es señal, sencillamente, de que los controles, políticos y financieros, también los sociales, los ha perdido el gobierno y no se avizora modo alguno de recuperarlos salvo con salidas impensables, como la represión, en una regresión de más de cuatro décadas. ¿Hacia este horror marchamos?
DEBATE
La dinámica nacional, no sólo en México, obliga a las transformaciones en todos los niveles, empezando con el jurídico; de allí la importancia de las reformas cuando tienden a superar términos y condiciones arcaicas para darle un sentido moderno a lo que primero es praxis y después ley. Imaginemos las diferencias sólo en las modas y nos percataremos de que los cambios universales son inevitables.
Sin embargo, la sed reformista actual se está dando, en todos los casos, sin los debidos consensos a priori. De nada sirve informar, hasta la saciedad, sobre la supuesta “bondad” de los propósitos oficiales si antes la comunidad nacional ignora cuáles serán las consecuencias de los actos políticos marcados por un “Pacto” del que, cada día más, nos sentimos excluidos. ¿O alguien se anima a defender que Jesús Zambrano, César Camacho y Gustavo Madero, representan el sentir y, sobre todo, el pensar, de la mayor parte de los mexicanos? Desde las elecciones de 2006 lo explicamos cuando, al analizar las candidaturas, ninguno de los postulantes medianamente iba a la par con las demandas del colectivo.
Es por ello que las reformas no chocan entre sí sino, bastante peor, van sumando marejadas de inconformes que, al unirlas, dejan muy atrás a las “minorías” pretendidamente no afectadas por las mismas. Esto debiera ser la preocupación medular de un gobierno sin capacidad de reacción ante las protestas, rehén de grupos radicales y mafiosos en crecida imparable, e incapaz de llevar adelante sus tareas prioritarias. Lo peor lo escuché en voz de un panista, parafraseando la sentencia de este columnista sobre la derecha:
--¿Ya ves? El PRI no sabe gobernar.
Y me debí tragar algunas palabras.
LA ANÉCDOTA
Marchistas van y vienen como si fuera parte del contexto turístico. Imaginemos a los extranjeros que llegan por aire a México y se encuentran un retén de granaderos y radicales apenas salen del campo aéreo. ¿No estamos equiparándonos a las naciones del África central en la materia? Y, mientras tanto, el jefe del gobierno del Distrito Federal alega estar dispuesto a pagar los costos... políticos; no los pecuniarios por la pérdida terrible de horas-hombre. Esos que los paguen, dice, los millonarios empresarios quienes también lloran por lo visto durante la semana con manifestaciones de un extremo y otro.
El domingo pasado, escuché decir a una simpatizante de López Obrador alegar con una maestra oaxaqueña:
--Aquí el único que tiene derecho a realizar plantones y mítines es mi jefe, Andresito. Ustedes son unas verduleras.
En estos términos va construyéndose la democracia en México.
**No se trata de simpatizar con una reforma, tolerar otra y repudiar una tercera. Nada podría decirse si cada una de ellas, sobre todo las trascendentes que tocan el filo de la historia, fuese producto de un consenso mayoritario y no del capricho personal, insolente, de un funcionario, digamos el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, o el de educación, Emilio Chuayffet Chemor, con fama de oportunista y poco templado.
www.rafael-loretdemola.mx
email: loretdemola.rafael@yahoo.com
De Frente y de Perfil
El balance de Mancera
Ramón Zurita Sahagún
Miguel Ángel Mancera llega a su Primer Informe de Gobierno con una carga pesada que le significa la confianza depositada por la ciudadanía en julio del año pasado.
La votación alcanzada por el ex Procurador General de Justicia del Distrito Federal fue histórica desde que se decidió elegir a la máxima autoridad de la capital del país.
Mancera despertó simpatías en un electorado ávido de rostros nuevos en la política, por lo que pronto fue visto como una carta fuerte de la izquierda para el futuro.
En poco menos de diez meses de gobierno, Mancera decepcionó en algunos círculos, por sus posicionamientos y falta de acción en los terrenos en que ha sido requerido.
Del cielo, el Jefe de Gobierno capitalino cayó al limbo, en el que se encuentra alejado de los problemas cotidianos, y sumido en un búnker, del que no quiere salir.
Mucho ha cambiado la percepción ciudadana acerca de su Jefe de Gobierno, al que ven distante y sin reacción ante los principales problemas cotidianos que aquejan a la población.
Su equipo de colaboradores dista mucho de ser efectivo y tampoco se muestra disposición alguna para actuar en contra de quienes afectaron o se beneficiaron con los recursos públicos.
En las primeras semanas del gobierno de Mancera surgieron una serie de hoyos financieros que, aparentemente, se quedaron en el olvido, sin actuar en contra de los responsables de esos abusos.
La inseguridad se hace palpable en la ciudad de México, aunque se trata de disfrazar u ocultar.
El asunto del Heaven mostró que el crimen organizado si se encuentra en la capital del país, aunque se niegue mecánicamente.
Son muchos los asuntos que tiene pendiente el jefe de Gobierno, pero Miguel Ángel Mancera hace caso omiso de muchos de los compromisos contraídos durante su campaña electoral y que le redituaron votos al por mayor.
Hoy se ve a la distancia muy lejana, esa efervescencia que despertaba el candidato de la izquierda y que borró del mapa electoral a la priista Beatriz Paredes y a la candidata de Acción Nacional, Isabel Miranda de Wallace.
Sin embargo, no se considera que le sea difícil a Mancera superar el escollo de su primer Informe de Gobierno, ya que en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se cuenta con una mayoría de diputados surgidos de los partidos de izquierda y la oposición tiene pocas cartas que puedan ponerlo en un brete.
VA DE NUEVO
Siguen las movilizaciones en el Distrito Federal en el diálogo de sordos que protagonizan integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y el gobierno federal, al que se sumó ya el Sindicato Mexicano de Electricistas.
Los profesores consiguieron ya sentarse a dialogar con el secretario de Gobernación; Miguel Ángel Osorio Chong, luego de la trifulca en que participaron el miércoles con granaderos del Distrito Federal.
Pero mientras lo hacían los dirigentes, los agremiados continuaron con sus desplazamientos por diversas zonas de la ciudad, marchando por las principales vías de la capital del país, mientras sus aliados del SME se plantaban frente al Senado de la República.
Los maestros siguen pidiendo una reunión con el presidente Peña Nieto, así como la derogación de los artículos 3 y 73, como parte de su negociación.
De acuerdo con lo expresado, se muestran dispuestos a permanecer en su plantón del Zócalo, lo que implicaría la suspensión del tradición al desfile militar del 16 de septiembre o reubicar el mismo hacia otra zona de la ciudad.
La logística del desfile y de la noche del Grito de Independencia lo hace difícil de realizar en otra parte de la ciudad, por lo que hay algunos que ven como alternativa recurrir al sitio original del mismo en Dolores, Hidalgo, Guanajuato.
En estas circunstancias, los tiempos se acortan y las negociaciones se vuelven más ríspidas.
Sin embargo, no lo único, ya que en unos días más, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, deberá rendir su primer Informe de Gobierno, en la Asamblea Legislativa del DF.
Es un sitio cercano al lugar en que los maestros mantienen su plantón, por lo que su desplazamiento a la zona es sumamente sencillo, la distancia a recorrer es menos de un kilómetro.
La situación se complica, luego del anuncio del Jefe de Gobierno de que, al fin, el gobierno del Distrito Federal la policía actuará con responsabilidad para proteger a la ciudadanía.
Pocos son los que confían en que Mancera pueda hacerlo, ya que durante el tiempo que llevan los plantones y movilizaciones de la CNTE, sus policías se han mantenido al margen de bloqueos, sin atender a los reclamos de la población.
Los diputados y senadores fueron obligados a abandonar sus respectivas sedes, luego de que en un primer intento por introducirse a la Cámara de Diputados, los profesores se enfrentaron con los guardias de seguridad de esa parte del Poder Legislativo.
Más adelante, el tradicional Maratón de la ciudad de México tuvo que cambiar de punto de partida, ya que el Zócalo se mantiene en poder de los militantes de la CNTE.
Ante la indiferencia de las autoridades capitalinas, los maestros han bloqueado Periférico, Circuito Interior, vías de acceso al Aeropuerto de la Ciudad de México, Reforma, Insurgentes y otras calles y avenidas de las principales, cortando el tránsito, afectando a decenas de miles de personas.
Los plantones de la CNTE se han prolongado demasiado y mientras ellos están dispuestos a llevarlos hasta alcanzar sus metas, desde el gobierno federal no dan señalas de encontrar un arreglo que beneficie a ambas partes.
email: ramonzurita44@hotmail.com
email: zurita_sahagun@hotmail.com
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