Centenario de la entrada del Ejército constitucionalista y la toma de Guadalajara
Roberto Mendoza Cárdenas
“Para servir a la Patria nunca sobra el que llega,
ni hace falta el que se va” (Venustiano Carranza)
Manuel Macario Diéguez Lara, conocido como Manuel M. Diéguez nace un 10 de marzo de 1884, en esta noble y leal ciudad, contando únicamente con estudios primarios, forjando su pensamiento y su vocación de servicio, al emplearse como maestro rural de primaria, escribano, buscando nuevas oportunidades en su vida se traslada al Rosario Sinaloa, trabajando como minero, después como marinero en la Armada Nacional, donde aprendió el uso y conocimiento del manejo de las armas, para posteriormente emplearse como minero en Cananea, Sonora; esto lo lleva a consolidar una fuerte personalidad, dándose cuenta de la explotación existente para los obreros, donde trabajaban de sol a sol, siendo discriminados por parte de los empresarios, forjado en la lectura y el estudio, se inspiro en el movimiento de los mártires de Chicago; convocando a la unión de los obreros, formando la “Unión Liberal Humanidad” al lado de Ricardo Flores Magón, quien actuaba en contra de la dictadura Porfirista; estalla la huelga, siendo detenido y cuando preso se encontraba cae el régimen Porfirista, obteniendo su libertad.
Se postula como Presidente Municipal de Cananea y posteriormente se une a las fuerzas militares de Álvaro Obregón, adhiriéndose al movimiento denominado “El Plan de Guadalupe” impulsado por Don Venustiano Carranza; por lo tanto participo en la Toma de Guadalajara el 8 de julio de 1914. Que tuvo su antecedente en la Batalla de Orendáin, ya que las tropas comandadas por Manuel M. Dieguez ayudaron a que las tropas del General Álvaro Obregón con quien eran aliados, tomaran la Ciudad de Guadalajara y con ello el control de una de las rutas mas importantes hacia el centro político del país; la Ciudad de México.
La Toma de Guadalajara por parte del Ejército Constitucionalista el 8 de julio de 1914, con la destacada participación del General Jalisciense Manuel M. Dieguez, representa una fecha histórica que debe ser motivo de orgullo y celebración para la Ciudad, el Estado y la Nación.
Por estos meritos revolucionarios y de compromiso social fue nombrado por don Venustiano Carranza, el General Manuel Macario Diéguez Lara Gobernador provisional del Estado de Jalisco, cargo que desempeño en intervalos de tiempo hasta 1917; dentro de su gobierno promulgo 133 Decretos que dieron origen al Constitucionalismo de Jalisco, en ellos quedo plasmada su personalidad, su compromiso social, porque en el Decreto No. 3 pone fin a las hegemonías de las directorias y jefaturas políticas, desaparece los Cantones que eran delimitaciones territoriales con mas de 150 años de antigüedad, restableciendo la libertad, la democracia y autodeterminación municipal con lo cual fue el antecedente del municipalismo establecido en la Constitución Federal de 1917; señalo el interés publico, la educación, estableció el descanso dominical obligatorio, crea la escuela Preparatoria de Jalisco, siendo la primer escuela con educación publica, laica y gratuita.
Establece la primera ley de trabajo estatal, manda a construir entre otros el edificio que ocupa el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, promulgando la Constitución Política del Estado de Jalisco de 1917.
Este importante documento que establece la división de poderes, los derechos del gobernado, el acceso democrático al poder, la inviolabilidad de la misma, es decir una parte dogmática, una parte orgánica, así como el pacto de la unión cuyo nonagésimo séptimo aniversario hoy nos concentra, es el reflejo de la lucha armada en contra de la dictadura porfirista, en contra del centralismo, en contra del acaparamiento de las tierras, en contra de una educación alejada del método científico; que establece la unión de obreros, campesinos, amas de casa, empresarios, ganaderos, académicos, intelectuales, revolucionarios, en mejora de sus condiciones de vida, bajo un federalismo y dentro de un liberalismo ideológico; hechos que son motivo de inspiración de las nuevas generaciones, aporte del Estado de Jalisco al Constitucionalismo Federal, agregado a la paz que disfrutamos, no únicamente los jaliscienses, si no todos los mexicanos, por ello es motivo de gritar Viva Guadalajara, Viva Jalisco, Viva México, Viva el Ejercito Mexicano. Muchas Gracias.
FEG historia de violencia y poder
Víctor Hugo Prado
Para muchos poco significado tendrá el nombre de Federación de Estudiante de Guadalajara. La FEG fue hasta el año de 1989 la organización mayoritaria de los estudiantes ante la Universidad, ello significaba que la representación en el Consejo General Universitario lo detentaba la otrora sólida organización estudiantil.
Desde su fundación a principios de los años 50 y hasta a principios de los años 90 la FEG mantuvo un paralelismo entre el poder y la violencia, entre la formación de cuadros de la política de Jalisco y la impunidad de organizaciones delictivas. En ella podías encontrar los extremos de la militancia: cuadros que nutren la acción política y bandas violentas que asolaban la vida de la Guadalajara de antes.
Durante este periodo muchas veces se dijo “la FEG da para todo”, en efecto, fue la universidad de dirigentes, académicos e intelectuales. En ella comprendieron la importancia de entender y participar en la política, y de afianzar la ideología de izquierda. Muchos funcionarios y académicos universitarios ahí nos formamos, muchos que han ocupado puestos de elección popular federal o local, y otros que han desempeñado importantes cargos públicos en los tres niveles de gobierno, ahí dieron sus primeros pasos, ahí aprendieron el abecedario de la dirección de las organizaciones.
Para mantener el control político interno de la FEG a lo largo de su historia, en diferentes momentos, tuvieron que aliarse con el gobierno y con grupos de choque violentos para mantener el territorio frente a las disputas de otros grupos poderosos, como el de los descendientes del exgobernador González Gallo o del Exgobernador Zuno, quien fuera el fundador de la Universidad en 1925, en las peleas contra la FREU y el FER.
Durante la década de los ochentas se le vio en alianza con la comunidad contra las alzas del transporte urbano, aportando dirigentes en la democratización del país –lo menos que tenía era ser justamente democrática-, se identifica con movimientos internacionales de liberación contra las dictaduras que oprimían a Guatemala, Nicaragua y El Salvador.
La FEG era un reflejo del monolitismo existente de la época que había configurado el sistema priista. No había disenso, tampoco pluralidad, la libre discusión de las ideas no era práctica cotidiana, cualquier intento libertario de la expresión era acallado por quienes desempeñaron la función de ejercer la delincuencia al amparo de la organización y de defender los intereses de ésta. Había que aprender a convivir entre quienes te hablaban de democracia y entre quienes tenían como cometido robar autos o bancos.
Finalmente una disputa Universitaria en torno a la reforma puso a la FEG fuera de la Universidad, para bien, hace poco más de 20. Si ya olía mal, empezó a oler peor, la gota que derramó el vaso fueron los asesinatos e inhumación clandestina en el campo de futbol de ésta de cuatro estudiantes de la Prepa 8 y el padre de uno de ellos en diciembre de 2011, uno de los autores materiales por mal nombre llamado Gerardo Flores Gómez, alias El Tatuado murió en la cárcel –qué raro-, y el que era presidente de la FEG presunto autor intelectual, David Castorena Peña, sigue prófugo de la justicia. Este viernes pasado una carga de explosivos le puso fin a un edificio que era parte de la historia negra de una organización que fue circo de varias pistas y que en algunas de ellas dejó muchos agravios. Sobre los victimados el delito no ha prescrito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu opinion es muy valorada