martes, 16 de julio de 2013

EDITORIALES








Tecalitlán de Antaño


J. Ángel Chávez Nájar


Desglosando algunas de las obras que nos dejó don Macario Ramírez Torres


“Todos hacemos nuestra historia a nuestro albedrío; la historia particular de cada individuo es siempre diferente”. Lo anterior manifestó don Macario Ramírez Torres,  en su libro “La Diligencia del Abuelo”, editado en el año de 1994.

Como un pequeño homenaje a don Macario Ramírez Torres, quien además de escritor fue una persona muy apreciada y respetada por quienes tuvimos trato con él, desgloso parte de sus obras literarias.

En la “DILIGENCIA DEL ABUELO”, nos traslada a los años treinta y principios de los cuarenta del siglo pasado. La diligencia del pueblo hacía su recorrido cotidiano rumbo a la arcaica Tuxpan, jalada por los briosos corceles que rispaban con furia por sinuosos y polvorientos caminos.

Don Nicolás (conductor de la diligencia) el auriga de contagiosa  alegría, entonaba las canciones campiranas de principios del siglo que de boca en boca se habían hecho tradición en nuestras gentes sencillas, como las que viajaban en el interior de la diligencia.

La calzada de añosos y frondosos sauces sacudía sus ramas abanicando con gracia y fragancia a los pasajeros luego de pasar las haciendas de “La Guadalupe”, “La Purísima” y “Santiago”, emporios azucareros de la época prerrevolucionaria, pronto estarían en Tuxpan.

 Una vez en Tuxpan los pasajeros abordaban el ferrocarril que los trasladaría ya fueran por el rumbo de Manzanillo o Guadalajara; mientras se esperaba la llegada de estas máquinas, se saboreaban los exquisitos “Taquitos de la estación”; a su paso por Sayula, se adquirían las famosas cajetas y por Santa Ana, “Las mulitas”.

Después de las periferias de un arduo día, don Nicolás se reúne con su esposa Margarita, “eran los años treinta”. Después… aparecieron unas máquinas enormes con rugidos del infierno que horadaron las entrañas de la tierra, derribaron gigantescas y viejas encinas… y los caminos del mañana quedaron recubiertos con el negro manto del asfalto… Las caballerías estaban desiertas… En un rincón, la diligencia carcomida por la polilla, libraba su póster combate sumergida en un mar de telarañas.

Don Nicolás y doña Margarita ya no estaban… Se habían marchado… Eran ellos ahora los pasajeros de la diligencia del tiempo, eran ellos ahora los pasajeros del viaje final… y el pasado día 11 del mes de octubre del año 2009, don Macario abordó la diligencia que lo llevó a unirse a sus padres.





Jalisco nunca perdía


Armando González Escoto 



Hace algunos días especialistas en la materia advertían que pese al temporal de lluvias, la laguna de Chapala permanecía sin que se apreciara una mínima recuperación, esto debido a que su principal afluente, el río Lerma, no estaba aportando nada al vaso lacustre. 

No es noticia nueva, sino mal permanente. La cuenca del río Lerma nace en el Estado de México y se acaba en el Estado de Guanajuato, aunque debería llegar a Chapala, si en este país se respetaran las leyes. Aunque hasta la fecha no se ha publicado el reglamento regulador de la Cuenca, establecido desde el 2012, se mantiene el acuerdo de que presas como la de Solís, la de Yuriria y otras nueve más, desfoguen hacia el lago de Chapala cuando su capacidad rebase el 80%. Las principales presas de este grupo ya están en esa condición, pero desde luego no cumplen su compromiso gracias a las corruptelas y manejos turbios tanto del Gobierno federal como el Gobierno de Guanajuato. 

El reglamento mencionado trata además de regular todo el sistema de almacenamiento de la cuenca, en cuyo trayecto se pueden contar más de 500 embalses entre presas de todo tamaño y bordos, en su mayor parte construidos en la segunda mitad del siglo XX. Existen adicionalmente estudios bastante bien documentados en los que se demuestra que esta enorme cantidad de embalses no solamente ha perjudicado al lago de Chapala, sino que tiene un impacto ambiental bastante negativo en todo el entorno natural, así: disminución de selvas, matorrales y bosques a favor de terrenos agrícolas, siempre en expansión gracias a la abundancia de agua represada, lo cual ha generado riqueza a los propietarios, pero en contraparte ha producido una degradación ecológica de la cuenca de casi el 75%. 

En principio parecería que se trata de una guerra de intereses entre los grandes propietarios agrícolas e industriales, sobre todo del Estado de Guanajuato, y los defensores del patrimonio natural que incluye el medio ambiente humano. En esta guerra Jalisco va perdiendo, pese a que de acuerdo a las leyes, en el uso del agua debe privilegiarse el consumo humano por encima del agrícola o industrial. No obstante, y para mayor vergüenza de un Jalisco sometido y traicionado por sus mismos gestores, se sigue construyendo precisamente en Jalisco una gran presa que llevará las aguas limpias del río Verde ni más ni menos que al Estado de Guanajuato, sin que autoridad alguna ni del pasado ni del presente haya mostrado un mínimo de dignidad o por lo menos de sagacidad a la hora de negociar agua por agua. 

Ya en este renglón, resulta igualmente lamentable la indolencia social y la incapacidad regional para ajustarse a los reglamentos para el saneamiento de descargas municipales sobre el vaso lacustre. Las plantas se han construido en diversos puntos, pero al parecer nadie les explicó a las autoridades correspondientes que dicha maquinaria debía entrar en funcionamiento, ni tampoco nadie se ha ocupado de obligar su operación. 




Las 17 camionetas de marinos escoltando a una lady

 

Álvaro Cepeda Neri


El señor Osorio Chong y el vocero de seguridad insisten en engañar a la opinión pública, con el sonsonete de que homicidios, secuestros, desapariciones, feminicidios y todos los delitos que atenazan a la población, han ido a la baja. Las organizaciones privadas que están monitoreando esos hechos, constantemente los desmienten. Y las informaciones por radio, televisión, prensa y los nuevos y eficaces medios tecnológicos, asimismo nos ponen al tanto de que nos están mintiendo desde la cúpula peñista. Tanta es la inseguridad que en varias entidades: Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Morelos, Chiapas, Veracruz… ¡y en la capital del país!, siguen multiplicándose las guardias comunitarias, grupos de vigilantes y otras medidas que los ciudadanos han organizado para protegerse, ante la falta de vigilancia policiaca.

Lo que pasa es que todos los funcionarios de los tres poderes, de los organismos descentralizados y los que gozan de autonomía tienen a sus guardaespaldas, y para ellos la seguridad es impecable. Sus hijos andan con marinos, soldados y policías para cuidarlos, pero los mexicanos comunes y corrientes sobreviven a la pavorosa inseguridad, si bien les va; pero, son objeto de las delincuencias. Está el caso de la hija de un alto, altísimo funcionario, que en la pasada jornada futbolera asistió al último partido y fue acompañada por 17 camionetas blindadas ocupadas por marinos armados hasta los dientes para acciones defensivas y ofensivas, en una de las cuales iba este personaje.

En el estacionamiento del estadio la presencia de las 17 unidades de marineros, causaron miles de molestias a quienes asistieron al evento. Fue un despliegue excesivo. Escoltaron a esta “lady” a su palco, para que con toda tranquilidad presenciara el espectáculo. Al salir, este séquito de escoltas causó mayores problemas, ya que no era fácil movilizar tantas unidades vehiculares para regresar a la adolescente a la residencia oficial donde vive. No es la primera vez que la hija de este poderoso funcionario hace alarde de su poder derivado del de su padre. Varios hijos de funcionarios han sido protagonistas de parecidos actos de prepotencia, al fin y al cabo que para eso es el poder de los gobernantes, y sus juniors y ladys pueden hacer lo que se les pegue la gana.

La corrupción, impunidad, tráfico de influencias y abuso del poder permite al presidencialismo y a sus empleados de alto nivel, que sus familiares, con cargo al dinero que le quitan al pueblo, tengan cuantiosos guardaespaldas que los ponen a salvo de la inseguridad. Anduvo por acá el borrachín de Calderón y había que verlo con su escolta de militares. Mientras tanto los delincuentes no dejan al resto de los mexicanos ni a sol ni a sombra. En cambio a esta lady, hija de un “caca grande” –como dice la jerga popular– la escoltaron más de 50 marinos con armas de alto poder para que fuera a ver el futbol. Estos abusos del poder, con el resto de los problemas, están atizando la crisis de los “encabronados” mexicanos que saldrán a las calles. Es cuestión de tiempo y no mucho.







Desafío 


Rafael Loret de Mola 



*Clero y Política 

 

*El uso de Íconos 

 

*Buenos Casimires


En julio de 1986, tras unos comicios por demás cerrados y controvertidos, Monseñor Manuel Talamás Camandari –a quien tuve el honor de entrevistar unos días antes de su muerte, el 10 de mayo de 2005-, en franco apoyo al postulante del PAN, llamado entonces “el ayatollah” Francisco Barrio Terrazas –si bien no descendiente de los célebres latifundistas quienes presumían que Chihuahua era de ellos-, decretó la suspensión de los cultos en su diócesis, la de Ciudad Juárez, como protesta a lo que él calificó como un “fraude electoral” y con la anuencia y respaldo de otros altos prelados de la región, incluyendo los demás obispos de la entidad.

El hecho suscitó reacciones inverosímiles. Por ejemplo, la madre del priísta Fernando Baeza Meléndez, un priísta muy conservador –esto es un elemento más cercano a la derecha para evitar que Barrio fuera solo por este sector-, se presentó ante Talamás, con no sé cuantas mujeres más, y le dijo:

--Yo he sido toda mi vida católica y voté por el PRI. ¿Este es un pecado porque le ganó al PAN? Y tengo derecho a que pueda asistir a Misa este domingo porque las cuestiones políticas son ajenas a Cristo, Nuestro Salvador.

Talamás, sorprendido, no tuvo entonces las respuestas adecuadas pero, ante este columnista, ya muy cansado pero deseoso de hablar, tomó asiento en un cómodo sillón de su casa, atendido por una monja, y habló sin parar de aquel suceso que, en el fondo, le enorgullecía:

--De no haber sido por Monseñor Prigione –Girolamo, entonces Delegado Apostólico en México-, esto se hubiera fraguado; pero él fue con el chisme a Roma y el Papa Juan Pablo II me ordenó que no siguiera adelante. Debí respetar, por la obediencia a la que nos obliga el Derecho Canónico, y cumplir con las indicaciones de la Santa Sede. Hasta allí pudimos llegar –y esbozó una sonrisa un tanto pícara, con el rostro iluminado que los santos, como los hombres libres, jamás tienen límites en cuanto a su conciencia y pensamiento-.

Así, con estos tropezones, llegó al gobierno del Estado el señor Baeza Meléndez quien presumía de popularidad, meses después, andando solo por las calles de Chihuahua a la menor oportunidad. Una vez, estando el columnista en breve visita, me pidió que le acompañara. Y fue inmensamente feliz cuando se detuvo ante un automovilista que tenía el cofre de su vehículo abierto y no podía encenderlo; el gobernador, se arremangó la camisa y apretó las bujías. Y con esa sencillez, tan suya, me dijo:

--Ya lo ha visto usted: todos me quieren.

El caso es que al término de su mandato, en 1992, debió entregarle el poder estatal a su antagonista, Francisco Barrio, quien, a su vez, al finalizar su periodo, en 1998, debió cederlo a Patricio Martínez García, priísta y actualmente senador, quien dejó su huella en las escalinatas del Palacio chihuahuense, a un lado donde se levanta el “Altar a la Patria”, donde cayera fusilado el cura de Dolores, el inmenso Miguel Hidalgo y Costilla. A unos metros una placa señalaba el lugar exacto en donde Patricio había sufrido un atentado de bala, por parte de una señora perturbada, Victoria Loya, que casi le cuesta la vida: sólo disparó una vez...pero sobre la cabeza. Fue un milagro que se salvara. Y luego llegaría al Ejecutivo, en 2004, José Reyes Baeza Terrazas, sobrino del primer Baeza. Círculo cerrado.

Todo en política se conecta. Y el clero tiene una importancia toral en algunas regiones del país; más en unas que en otras. Por ejemplo, en Tabasco, fuera de la catedral de Villahermosa es difícil encontrar templos con tantos arabescos como los de Zacatecas, tierra de antiguos mineros, porque desde los tiempos de Tomás Garrido Canabal, quien se presentaba como “enemigo personal de Dios”, ningún otro gobernante, ni siquiera Don Carlos Madrazo Becerra, ha sido capaz de dejar sello más fuerte. 

Pese a ello, crece, y con no poca razón, las dudas e interrogantes sobre la Iglesia, más bien algunos de sus jerarcas, y sus pecados. Hace unos días, por ejemplo, el anuncio de la renuncia del director general del Banco Vaticano, Paolo Cipriani, y de su adjunto, Massimo Tulli, obligó a recordar cuanto sucedió, en 1978 –el año de los tres Papas-, cuando la quiebra del Banco Ambrosiano dejó al desnudo al célebre Obispo Paul Marcinkus, quien luego sería protegido por el Sumo Pontífice, Karlo Wojtyla, al grado de convertirlo... en su custodio personal.

Ahora, en pleno 2013, el año de los dos Papas en vida, un hecho igualmente singular, la detención del prelado Nunzio Scarano, de 61 años, causó un tremendo estruendo al interior de la Santa Sede: le acusan por haber “lavado dinero”, al tratar de introducir ilegalmente a Italia veinte millones de euros. Lo demás fue una cadena de hechos que no sabemos en donde puede terminar. 


DEBATE

Para algunos historiadores –aunque el tema sólo fue tratado a fondo por David Yallop en su magnífica investigación En el Nombre de Dios –Diana, 1984-, Juan Pablo I, Albino Luciani, patriarca que fue de Venecia y llamado el Papa de la sonrisa durante los veintiocho días que duró en el trono de San Pedro, fue asesinado a causa de un veneno introducido a su alcoba antes de dormirse. Hasta aquí han llegado las indagatorias y, curiosamente, Juan Pablo II, su Magno sucesor, evitó que se ahondara en el asunto por el bien y el prestigio de la Iglesia, único estado en donde, por ejemplo, jamás ha nacido un niño: sólo una mujer “rompió aguas” en la Basílica de San Pedro pero fue oportunamente conducida a una clínica de Roma.

Curiosamente, el mismo Wojtyla, poco hizo por tratar de darle continuidad al crimen contra el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en mayo de 1993, acaso compensado por la reanudación de las relaciones diplomáticas entre México y El Vaticano y el reconocimiento a la personalidad jurídica de las Iglesias tras las reformas al artículo 130 Constitucional. Fue éste, sin duda, uno de sus tres pecados con México: los otros se significaron por la protección abrumadora al pederasta Marcial Maciel, y la santificación de Juan Diego sin tener la certeza de su existencia; por cierto, el templo que debió dedicarse al nuevo santo, sobre la calle de Montivedeo en el Distrito federal, y en donde Juan Pablo II puso la “primera piedra” quedó en el abandono absoluto para vergüenza del Cardenal Norberto Rivera Carrera.

Así se mueve la política en la Santa Sede.


LA ANÉCDOTA

¿Quién fue el representante del Papa en México que usaba el avión privado del empresario aguascalentense, José María Romo Romo, para viajar a Houston y San Antonio, con el propósito de comprar un ajuar de casimires ingleses de los más costosos en el mundo? Es cuestión de hacer cuentas con años y meses.

A nosotros nos lo contó Eduardo García Valseca, secuestrado en junio de 2007 con un cautiverio que duró siete meses, quien viajó con el prelado cuyo exceso de equipaje era evidente. No hubo escalas, ni aduanas, ni molestias de ninguna naturaleza. Corría el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y nos aproximábamos al año de la barbarie. ¡Me enfurece tener memoria!

No puedo evitar un escalofrío al recordar mi visita, en Roma, en los aposentos situados al frente de la plaza de San Pedro, al cardenal Sebastiano Baggio, entonces uno de los altos prelados más influyentes; incluso fue quien disputó, en votos, la mayor jerarquía al polaco Wojtyla. Corría 1987 y sabía que el episcopado había dado su voto secreto a Manuel Bartlett para que fuera éste presidente de México. 

Llegué con Baggio con libros y documentos y le pedí que se los hiciera llegar al sucesor de Pedro. Algo debió de haber leído éste porque el ahora senador “izquierdista” jamás pudo entrar a Los Pinos... En calidad de dueño sexenal. ¿Por qué no sufriré de amnesia como tantos...?


 


De frente y de perfil

 

¿Para qué las prisas?




Ramón Zurita Sahagún



El 4 de julio del 2010 fue la primera ocasión en que se homologaron los comicios en 12 estados del país, para la elección de igual número de gobernadores.

Antes de ello, los diferentes estados tenían procesos electorales escalonados, de acuerdo a los tiempos en que debían realizarse las tomas de posesión, siendo desde julio hasta noviembre, quedando tiempo para quejas, protestas e impugnaciones de los inconformes con sus derrotas.

Sin embargo, a partir del 2010 se decidió que los comicios se realizaran todos en la misma fecha y que se fueran ajustando a las fechas de procesos electorales federales, para hacerlos concurrentes en una sola fecha.

En algunos estados se recortaron los sexenios, quedando, por única ocasión, en trienios, cuatrienios o de menos tiempo, según sea su alejamiento de los comicios federales.

De esa forma, Michoacán, Hidalgo, Guerrero y Puebla, entre otras entidades del país, tendrán gobernantes de corto tiempo, para emparejar sus ciclos con los procesos electorales federales.

Pero no todos siguieron esa propuesta, aunque sí lo hicieron en el terreno de juntar las fechas de la elección en una sola jornada.

De esa manera en 2010, los ciudadanos de Aguascalientes, Sinaloa, Puebla, Tamaulipas, Hidalgo, Quintana Roo, Durango, Zacatecas, Veracruz, Tlaxcala, Oaxaca y Chihuahua, acudieron a las urnas el 4 de julio, para designar a sus nuevos gobernantes.

Lo que sucedió el 4 de julio de aquel año tuvo su conclusión desde el mes de septiembre del 2010, hasta el mes de abril de 2011, en que el último de los gobernadores electos el cuatro de julio asumió funciones.
Es decir nueve meses después de haber sido electo en las urnas.

Demasiado tiempo, según consideran muchos, ya que en ese lapso, se provoca una inactividad de las administraciones estatales, al contar con un gobernador en funciones y otro electo, situación que se colapsa aún más, cuando ocurre transición, con el triunfo de un candidato surgido de un partido distinto al que gobierna.

Si en 2010, existieron gobernadores como Rafael Moreno Valle (Puebla); Roberto Borge Angulo (Quintana Roo) y Francisco Olvera Ruiz (Hidalgo) que asumieron sus cargos entre febrero y abril del 2011, es decir entre siete y nueves meses más tarde de la fecha de su elección, en los comicios de 2012 sucedió algo similar, ya que el gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval, electo el primero de julio de ese año, tomó posesión hasta marzo del 2013, ocho meses más tarde.

Antes que él, Rolando Zapata (Yucatán), Graco Ramírez (Morelos), Miguel Márquez (Guanajuato), asumieron en los meses de septiembre y octubre, respectivamente, fecha cercanas a los tiempos electorales.

No sucedió lo mismo con Miguel Mancera (Distrito Federal), Manuel Velasco (Chiapas) y Arturo Núñez Jiménez, los que hubieron de esperar a diciembre y enero del mismo año y del año siguiente.

En todos los casos anteriores fueron electos gobernadores, aunque en el proceso electoral del pasado 7 de julio solamente fue uno de ellos, el de Baja California que asume el primero de noviembre.

De los demás, alcaldes y diputados locales esperarán un poco más, en algunos casos, como sucederá con los presidentes municipales de Puebla que tomarán posesión el 15 de febrero, aunque fueron electos, por esta única ocasión, para un período de cuatro años ocho meses.

Igualmente sucederá con los diputados al Congreso local que asumen un mes antes, el 15 de enero de 2014, es decir seis y siete meses después de la elección, respectivamente.

No se entiende el porqué de la premura de juntar los procesos electorales, sin considerar acortar los tiempos entre elección y toma de posesión.

De los estados que fueron a las urnas el pasado 7 de julio, los alcaldes y diputados locales de Durango asumen el primero de septiembre del presente año.

Los diputados y alcaldes de Chihuahua toman posesión el primero y 10 de octubre, respectivamente.

En Quintana Roo si se acortaron las fechas y harán lo propio diputados y alcaldes el 14 y 30 de septiembre.
Zacatecas tendrá nuevos diputados y alcaldes el 7 y 15 de septiembre del presente año.

En Tamaulipas tomarán posesión los nuevos presidentes municipales y diputados locales el primero de octubre los primeros y el 30 de septiembre los segundos.

Baja California estrenará gobernador el primero de noviembre, mientras que los diputados lo harán un mes antes (primero de octubre) y los nuevos alcaldes lo harán el primero de diciembre.

Los diputados locales de los restantes estados asumirán funciones antes de que termine el año, con excepción de la mencionada Puebla:

Aguascalientes será el 15 de noviembre cuando tendrá nuevos integrantes del Congreso; en Oaxaca se harán cargo el 13 de noviembre; Sinaloa el primero de diciembre; Tlaxcala el 31 de diciembre y Veracruz el 5 de noviembre.

No sucede lo mismo con los alcaldes que se irán hasta el año próximo en esas entidades:

Aguascalientes, Sinaloa, Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz, tendrán nuevos presidentes municipales hasta el primero de enero del año próximo (2014) seis meses después de que fueron electos, con los consabidos problemas que ello acarrea entre alcaldes en funciones y los electos.


INVERSIÓN DE 4 BILLONES

Durante el presente sexenio se considera tener una inversión, entre pública y privada, de cuatro billones de pesos.

Fue el presidente Enrique Peña Nieto quien anunció dicha inversión, la que, dijo, se podría incrementar de ser aprobada la Reforma Hacendaria, prevista en el Pacto por México.

Dicha Reforma será presentada ante el congreso en el próximo mes de septiembre.

Al presentar el Programa de inversiones en Infraestructura de Transporte y Comunicaciones 2013-2018, el Presidente dijo que se espera detonar 1.3 billones de pesos en transporte y comunicaciones, donde al renglón telecomunicaciones se destinarán 700 mil millones de pesos.


 


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