Las pastorelas, una tradición adherida a nuestra
cultura
Roberto
Gutiérrez Flores/Notiecos/ Tuxpan.
Época
de pastorelas en Tuxpan en donde las diversas cuadrillas que subsisten hoy en
día mantienen viva una tradición heredada de sus antepasados, escenificando
obras que representan las peripecias de un grupo de pastores que buscan llegar
al lugar donde nació el niño dios para arrullarlo con sus
cantos.
La
pastorela, representación que nació en nuestra tradición cultural decembrina
como una forma de diseminación de la doctrina cristiana rápidamente se convirtió
en una auténtica manifestación de teatro popular en la que las órdenes
religiosas aprovecharon la fuerte tradición teatral de la cultura náhuatl para
propagar en forma didáctica la evangelización.
Las
pastorelas de las iglesias, que conservan su contenido esencialmente religioso y
un lenguaje culto, surgen y se desenvuelven las pastorelas tradicionales
representadas en las zonas rurales. Se caracterizan por un lenguaje rudo y
esencial propio de pastores; están impregnadas de cierto humorismo involuntario
y son ingenuas y picarescas. Sus autores son anónimos, están escritas en verso,
y tienen mucho de improvisación. Mientras que las pastorelas de los barrios se constituyen en
tradición de familia y han ido poco a poco dejando su lenguaje pulcro para dar
paso a otro cargo: de sexualidad, sentido irónico y cómico. En los últimos años
la crítica social y política también se ha hecho presente en la trama de muchas
obras que son producto de la creatividad popular.
La
trama que reproduce a humildes pastores: Bartolo, Gila y Blas; guiados por el
ermitaño hacia Belén, con la ayuda de San Miguel que los defiende de Luzbel y
que éste los deja llegar, así como a los Reyes Magos a adorar al Niño
Dios.
En
Tuxpan las cuadrillas arribeña, la abajeña, y la estrella de Belén gozan ya del
reconocimiento popular que año con año, hace que sus presentaciones luzcan con
una gran presencia de público en los lugares en que presentan mismo que asiste a
divertirse y participar de este coloquio decembrino que invoca motivos propios
de su fe católica heredada por nuestros antepasados, que desde tiempos de la
presencia de Fray Juan de Padilla el gran evangelizador han venido formando
parte del acervo de tradiciones de la comunidad tuxpanense
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