sábado, 16 de noviembre de 2013

EDITORIALES




Opciones



Blanca Esthela Treviño de Jáuregui


El Muro de Tortilla




El Muro de Tortilla aún es dinamita en un momento histórico en que el sentimiento norteamericano antiinmigrante estalla y el péndulo político puede oscilar con fuerza hacia la derecha o hacia la izquierda. La inquietante y fundamental pregunta: ¿Qué es lo que Estados Unidos quiere de sus vecinos del Sur? es una incógnita. No ha sido contestada por ninguno de los políticos norteamericanos, ni demócratas ni republicanos.


Publicado hace más de una década, El Muro de Tortilla, best-seller norteamericano escrito por T. Boyle, ha incrementado considerablemente sus ventas en el último año porque habla sobre el problema de los indocumentados en el Sur de Estados Unidos, un tema candente. Si consideramos que el voto hispano es un factor importante para determinar quién será candidato en el futuro próximo a la presidencia de los Estados Unidos, el tema se vuelve explosivo.


Una de las críticas más fuertes que se le han hecho al autor es que maneja el delicado tema con una fuerte inclinación a la xenofobia. Con diestra pluma describe a los cuatro protagonistas de la historia: Delaney y Kyra, acaudalados norteamericanos, y Cándido y América, joven pareja de mexicanos recién casados, que no sólo son más pobres que los pobres, sino que tienen que esconderse de las patrullas de inmigración en una choza improvisada en el fondo del Cañón de Topanga, en California.


La aversión y la repugnancia de Boyle hacia los inmigrantes ilegales se deja sentir desde el primer capítulo, en que describe a Delaney en lujoso coche último modelo, extremadamente ‘incómodo’ por la presencia clandestina de Cándido. Delaney es escritor ambientalista y considera contaminante la intrusión de los indocumentados en el Valle. Kyra es exitosa corredora de bienes raíces y deplora ‘el asentamiento’ de los mexicanos, no sólo porque afectará el valor de su propiedad, sino por el riesgo de que sean canceladas sus operaciones de compraventa en el área.


En medio de excelentes descripciones geográficas, incendios, sismos y el resquebrajamiento de la comunidad, Boyle erige un invisible muro social y cultural entre las dos parejas, tan impenetrable como la muralla de concreto que han edificado los paranoicos aristócratas para mantener fuera a ‘los bárbaros’. Implacablemente pesimista acerca del problema de la inmigración ilegal, Boyle no ofrece ninguna esperanza de entendimiento o comprensión entre los habitantes de los dos países.


Los sociólogos afirman que la política de abrir y cerrar periódicamente la frontera obedece al factor económico: cuando se requiere mano de obra barata que no ocasione costos sociales, se abren las fronteras mientras exista el trabajo temporal que nadie quiere hacer. Sin embargo, los políticos aprovechan las crisis económicas para culpar a los indocumentados de quitar el trabajo a los ciudadanos norteamericanos: el proponer medidas severas contra los ‘espaldas mojadas’ les genera votos.


La psicosis antiinmigrante cunde por la Unión Americana. Un letrero colocado a la entrada de una Reservación Apache, con cierto humor negro dice: “Tengan cuidado hispanos con su política de inmigración. Nosotros nos descuidamos y miren lo que nos sucedió”.


Los poetas norteamericanos no parecen advertir ‘el peligro de las hordas del Sur’: proliferan las obras literarias sobre México y su rica cultura. Una de las más populares es ‘El árbol es más viejo que tú’, de la norteamericana Naomi S. Nye; recopila más de 100 poemas de escritores mexicanos y aparecen en inglés y en español, intercalados con reproducciones de pinturas famosas de artistas mexicanos.


Le preguntan a Nye: ¿Por qué escribes sobre México si no eres hispana? Nye vivió un tiempo en la República Mexicana y se enamoró de nuestro país y de nuestra gente: “Llevo la cultura mexicana en mis venas”. Agrega: “Sugiero que es necesario enriquecer la sangre con la que nacemos. Nuestra sangre de nacimiento debe multiplicarse cada vez más a medida que conocemos y comprendemos otras culturas. De otra manera, ¿cómo ser ciudadanos del mundo? ¿Cómo amar al mundo entero?”


Richard y Dolores no han leído el libro de Boyle, ni los poemas de Nye, pero un día cualquiera se enamoraron: él norteamericano, ella mexicana. Le dijeron sí al amor en una ceremonia al aire libre, un día de marzo. Se tomaron las manos en el puente internacional Piedras Negras-Eagle Pass, justo en la línea divisoria. Ella en México, él en Estados Unidos de Norteamérica.


La suave brisa del Río Bravo revoloteaba en torno al albo traje y el velo de Dolores, cubriendo a los felices enamorados con una lluvia de azahares del ramo de la radiante novia. Mientras Richard colocaba en su mano el anillo de bodas, Dolores escuchaba las canciones de las hojas de los árboles junto al río cuando las acaricia el viento: cada rama lleva tatuada una bella historia de amor.


Los árboles junto al puente saben más que los gobiernos y los muros de concreto.


betrevino@prodigy.net.mx





Lady educación



Juan Carlos G. Partida



Más allá del miedo de los balazos y el morbo de las mamadas a las que dice estar dispuesta a llegar para defender uno de sus cotos de poder fáctico, Elisa Ayón Hernández nos dio a todos en cara con algo de lo más grotesco del PRI en Jalisco.


Nos ofreció el espectáculo delirante de un partido en el que no sólo ella soñaba con ser la próxima gobernadora, sino el gobernador sueña con ser el próximo presidente.


El PRI, descubierto una vez más en sus llagas, quiere remediar con la destitución de Ayón en la secretaría general del partido en Guadalajara, o con el exhorto de Ramirito -no puede hacer más, dice- para que la lady pida licencia a su regiduría en tanto se establece quien manda y dónde.


El caso Lady Panteones tendrá un significativo peso electoral si no es aminorado desde ahora. El 2015 está a la vuelta de la esquina y sólo un castigo ejemplar, más para el efecto en la opinión pública que para depurar la herrumbre de la maquinaria, podrá poner algo de colchoncito.


Conviene recordar que la regidora ha sido también presidenta de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares en Jalisco, aspirante a la candidatura del PRI para la presidencia municipal de Guadalajara y miembro prominente de la Sección 47 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.


Y que mientras son peras o manzanas en Panteones, Elisa también debe ser conocida como Lady Educación, no sólo por el aventurado comentario de que tiene parecido físico con Elba Esther Gordillo (¡nooo!), sino porque al menos seis de sus familiares cercanos tienen puestos de doble turno como directores o maestros.


Su papá Luis Federico Ayón Zester, es director de doble turno de la primaria Luis Pérez Verdía, en Guadalajara, y gana 60 mil pesos mensuales. Tiene más de 45 años de servicio y hace muchos que debió jubilarse, pero continúa en el cargo en una escuela en donde existen reportes contra el manejo financiero de las cuotas y la cooperativa.


También están su madre, Antonia Hernández, directora de otra primaria junto a la unidad deportiva Tucson; su hermano Luis Federico, con doble plaza de director -y 60 mil pesos mensuales de salario-, su cuñada Blanca Esmeralda Nuño Esparza con doble plaza de maestra y la que al parecer es su prima aunque tiene los mismos apellidos, Aurora Ayón Hernández, quien tiene plaza de directora y de maestra.


Sumados y sin incluir al secreto-do de Educación (Francisco Ayón López, primo hermano de la lady), cada mes esos seis miembros de la familia Ayón Hernández cuestan en conjunto por lo menos 350 mil pesos entre la nómina estatal o municipal de Guadalajara.


No es de extrañar si todos recordamos que ella misma llegó a ser diputada local, directora de primaria en las mañanas en Guadalajara y en Puerto Vallarta por las tardes, las tres funciones al mismo tiempo. Ajúa.


El primo y secreto-do de Educación no tiene la culpa de su familia, es cierto, todos estaban cómodamente instalados cuando él llegó a la SEJ.


Pero si puede poner remedio a este evidente caso de nepotismo patrimonialista en la Secretaría de la que es titular y en la que se comprometió a realizar una depuración a fondo de la nómina y las plazas.



Para Paco Ayón, el hombre de las confianzas de Aristóteles, el de Elisa le representa un caso que por mera ósmosis de apellidos lo incluye y se lo lleva entre los rugidos porriles cenopistas o las calaveritas de los panteones.


Veremos si la lady hartó por fin o no al círculo aristotélico (nunca filosófico) y se pone remedio con una purga estalinista de las huestes bravas del partido que, también por sus (¿o varios?) huevos, la lady envió para hacerle a Ramirito el flaco favor político de tumbarle la puerta a Enrique Al-Faro y sus boes dentro del ayuntamiento tapatío.


Y si no, el 2015 se los reclamará.


PARTIDIARIO

Y ya con esta. Donde hay que reconocer el trabajo, que salta a la vista como las palabras de Elisa a los oídos, es en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Eduardo Alma-Guer ha ido detrás de las múltiples violaciones y los resultados están a la vista con multas, clausuras, reorganización, castigos, en la ciudad y en el campo. El marco de la ley es muy claro y parece ser de los pocos que se sujeta al mismo. En cambio el auditor Juan José Bañuelos ya va para un año sin armarle denuncias a la anterior administración aunque según él hay más de 7 mil millones de pesos con irregularidades...

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