Mujeres y Salud Mental
Síndrome de Indefensión Aprendida: el monstruo de la violencia
Alejandra Buggs Lomelí*
Una de
las historias más escalofriantes que conocimos en México en 2011 fue la
protagonizada por Jorge Antonio Iniestra, el llamado “Monstruo de Iztapalapa”,
y Clara Herrera, quien después de denunciar las atrocidades cometidas por
Jorge, su ex pareja, de víctima ha sido considerada como victimaria por las
autoridades capitalinas.
En 2004
Clara se enamora de Jorge, quien es 10 años menor que ella, y quien muestra un
visible trastorno severo de personalidad claramente identificable para las y
los profesionales de la salud mental.
Establece
con Jorge una relación codependiente de pareja, entregándole prácticamente su
vida y la de sus hijas e hijo, a quien en un principio ella consideraba una
buena persona.
Clara,
quien desde sus 10 años sufrió vejaciones, replica el patrón de violencia en
una primera relación basada en el maltrato y el abandono de su pareja.
Para
entonces ya tenía a su hija Gabriela, su primogénita, después se casa y tiene a
Rebeca y a Ricardo. Durante los años que estuvo casada sufrió toda clase de
insultos, humillaciones y golpes por parte de su pareja alcohólica, quien
también la abandona.
En 2004
conoce a Jorge Iniestra, quien la invita a salir y comienza a cortejarla; la
lleva a lugares que ella consideraba “lujosos” y que a Clara deslumbraban por
no estar acostumbrada a visitarlos.
Después
de siete años de una “relación” en la que Clara fue obligada por Jorge a darle
su dinero, y amenazada con matar a sus hijas e hijo si no le permitía abusar de
ellas, violándolas y abusando física y psicológicamente de ellas, alejada de su
familia y amistades, Clara ya no pudo más y en 2011 se arma de valor para pedir
ayuda a una de sus hermanas y denunciar para rescatar a sus hijas de su
secuestrador y violador.
Quizás
después de conocer la historia de Clara habrá quien le cuestione el hecho de
por qué tardó tanto tiempo para tomar cartas en el asunto y denunciar; habrá
otras y otros más quienes pudieran tacharla de cómplice en el abuso de sus
hijas y maltrato de su hijo.
Revisemos
la historia desde una visión psicológica con perspectiva de género: El tema de
la violencia es sumamente delicado y lo es aún más si no tomamos en cuenta que
las personas expuestas a situaciones de violencia continua construyen un
mecanismo inconsciente de defensa, que les lleva a aguantar todo tipo de situaciones.
Lo
anterior no justifica ciertas acciones, sin embargo nos permite comprender por
qué a veces la víctima no es capaz de moverse de su encierro o de la situación
violenta por terrible que ésta sea.
Es
importante aclarar que cuando me refiero a este tipo de mecanismos no hablo de
una persona que sufrió aisladamente un hecho de violencia.
Sino al
contrario: me refiero a cuando la agresión y la mentira han sido parte de toda
su vida; si somos conscientes de la humillación que esto implica entenderemos
por qué les creen a sus victimarios y siguen a su lado.
Este
mecanismo tiene nombre, se llama “Síndrome de Indefensión Aprendida o
Desesperanza Inducida”, y es una condición psicológica en la que la víctima de
violencia aprende a creer que está indefensa, que no tiene ningún control sobre
la situación en la que se encuentra y que cualquier cosa que haga es inútil.
Como
resultado de un proceso sistemático de violencia, la víctima permanece pasiva
frente a una situación dañina, incluso cuando dispone de la posibilidad real de
cambiar estas circunstancias.
Los
síntomas depresivos que padecen estas mujeres se manifiestan fundamentalmente
en apatía, pérdida de esperanza y sensación de culpabilidad.
Este
síndrome es una “adaptación psicológica”, una salida que encuentran las
víctimas para procesar tanto dolor a lo largo de toda su historia.
Cuando
se ha sufrido violencia de cualquier tipo, ciertas situaciones se presentan
ante las víctimas como “sin salida”, y antes de intentar cualquier acción para
revertirla se asumen en pleno convencimiento de que nada se puede hacer para
mejorar dicha realidad, que no hay otra salida, más que la que han optado.
Tras
fracasar en su intento por contener las agresiones, prevenirlas, evitarlas o
alejarse de ellas, y en un contexto de baja autoestima que se refuerza
cotidianamente ante la incapacidad por acabar con esa situación, las víctimas
asumen lo que les pasa como un castigo merecido.
Nadie
podrá ayudarlas a salir, ni a cambiar sus vidas…
Y cuando
lo hacen ayudadas como Clara por su hermana, se enfrentan a un sistema judicial
que no toma en cuenta las subjetividades del caso y se deja llevar sólo por las
capas más superficiales.
El
silencio es uno de los principales obstáculos a los que una mujer víctima de
violencia se enfrenta, el silencio hacia sí misma y hacia las y los demás.
Reconocerse
como víctima y “traicionar” al que ha sido su compañero, asumir el juicio
social, sentirse responsable de las agresiones, la falta de perspectivas personales
y económicas, son factores psicológicos y sociales nada fáciles de encarar, que
mantienen en la mujer el efecto de la terrible lacra que es la violencia.
Será
importante en el caso de Clara y de todas las mujeres víctimas de violencia que
han logrado salir de esa situación y denunciar, que las autoridades encargadas
del caso tomen en cuenta las particularidades de su historia de vida, el género
al que pertenece viviendo en una sociedad patriarcal y los delgados hilos de
los efectos subjetivos tan devastadores que las situaciones de maltrato y
violencia pueden generar.
Se debe
evitar que las mujeres víctimas se conviertan en victimarias, para que a lo
largo del caso se les proporcione el apoyo psicológico y psiquiátrico necesario
y principalmente se respeten sus Derechos Humanos en un afán por no repetir
patrones de violencia en nombre de la justicia.
*Psicóloga
clínica, psicoterapeuta humanista existencial, especialista en Estudios de
Género, y directora del Centro de Salud Mental y Género.
Conjeturas
Granier: el huracán de la corrupción que devastó a Tabasco
Álvaro Cepeda Neri
A
partir del uno de diciembre del año pasado y al cumplimiento del primer
semestre del año en curso, no debe caber la menor duda que el peñismo asume las
consecuencias del calderonismo y más si no encauza a Felipe Calderón a un
Juicio Político ante el Congreso de la Unión, y después a un juicio penal para
que responda de sus abusos, indolencias y corrupción. Asimismo, al gobierno y administración
federal peñista le corresponde, con el actual gobernador de Tabasco y su
Congreso estatal, presentar al ex desgobernador de esa entidad, el tal Andrés
Granier Melo, para que dé cuenta y razón de su mal gobierno; de sus raterías,
de las de sus hijos (¡ah, los nuevos juniors!) y de sus compinches, que
saquearon al pueblo de ese estado y lo dejaron en el desastre total. Granier es
del PRI, y por esto con más razón le toca al “nuevo” PRI dar un ejemplo con él
y seguir con Fidel Herrera, Sabines, Ulises Ruiz, los ex desgobernadores de
Morelos, Michoacán, Jalisco, Colima, etc.
Granier
fue un huracán de corrupción. Un ladrón. Raterazo. Tenga o no los miles de
trajes, de pares de zapatos o de mansiones de que presumió, es un pillo que
debe ser sometido al imperio de la ley penal y de la de Responsabilidades de
los funcionarios. Robó hasta hartarse. Y todavía borrachín (como el alcohólico
de Calderón), hizo alarde de sus robos y alarde de cuanto se compró en tiendas
estadounidenses. Cínicamente confesó su corrupción. El peñismo debe presentar a
Granier, por medio de la PGR, pues Arturo Núñez (compadre del ratero y que se
tardó en proceder), ya puso la demanda y denuncia de los hechos y las cajas
repletas de casi cien millones de pesos.
Andrés
Granier no es simplemente presunto responsable de: ejercicio indebido de
servicio público, abuso de autoridad, coalición de servidores públicos, uso
indebido de atribuciones y facultades, ejercicio abusivo de funciones, peculado
y enriquecimiento ilícito; delitos que saltan a la vista pues ha sido
sorprendido “in flagrante delicto” o sea con las manos en la masa, y que van
más allá de la presunción del delito. Granier y sus compinches se apoderaron
del dinero del pueblo de Tabasco y no deben quedar en la impunidad. Si la
promesa de combatir la corrupción por la que tanta alharaca hace el peñismo va
en serio, con él ha llegado la hora de sentar en el banquillo de los acusados a
otros pillos que roban al amparo del poder público.
Ese
desgobernador resultó peor que los huracanes que han devastado a Tabasco y mucho
peor que las inundaciones que han padecido sus habitantes. Pues su saqueo fue infame.
Granier es un ratero. Un vil delincuente. Y si no lo encarcelan y lo someten a
juicio penal y político, entonces la Nación y con ella Tabasco y sus
habitantes, tendrán la palabra constitucional contra todos esos ladrones que,
al no haber gobernado en beneficio de los tabasqueños ni del país, tienen el
derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno, porque el actual ya
traicionó a los mexicanos al interrumpir la observancia constitucional.
Desafío
Rafael Loret de Mola
*Cuidado: Teléfono
*Fascismo “Moderno”
*De Rojos y Franco
El adelanto llegó con George
Bush junior, el intocable texano que pudo salir de la Casa Blanca casi indemne
de cuanto se le acusaba, incluso el bárbaro genocidio de Afganistán e Irak, en
donde jamás se encontraron las armas químicas que fueron el pretexto para la
invasión –no se hablaba, en principio, de derrocar a Saddam Hussein, presentado
después como un engendro demoníaco quien vivía a todo lujo e incluso defecaba
en excusados recubiertos con oro-, y el flagelo impuesto a innumerables
naciones, como México, no encuadradas en el círculo de “amigos” por no haber
apoyado la incursión armada, desproporcionada, al Medio Oriente con un
propósito esencial, revelado por Teresa de Kerry la esposa multimillonaria de
John Forbes Kerry, el actual secretario de Estado de los Estados Unidos.
Bush hijo –va sonando mejor
si completamos el término-, dispuso que en materia de persecución de
terroristas y narcotraficantes era válido urdir una red de espionaje que
incluyera hasta la posibilidad de sospechar del vecino y denunciarlo si observaban
alguna conducta digamos “anormal”; tal dio, como consecuencia, una explosión de
xenofobia que fue acrecentándose sin remedio hasta llegar a ser rutinaria.
Incluso algunos empresarios multimillonarios mexicanos fueron sobajados en las
aduanadas por su mero origen y apariencia, actitud ofensiva que debieron
sufrir... hasta algunos legisladores de entonces, entre ellos Enrique Jackson,
desnudado en el aeropuerto de Los Ángeles sin que a nadie le importara su
condición de senador y la razón de su presencia en California, en visita
oficial. El racismo tiene vertientes muy sórdidas en la nación más poderosa del
planeta que, por ahora y en apariencia, encabeza el presidente de color, Barack
Obama. ¿Paradójico o parte del juego de las simulaciones? Me inclino por lo
segundo.
Por supuesto, el gobierno
mexicano tiende a la imitación burda hasta en la designación misma de nuestro
país. Una cosa es el federalismo, bastante acotado en la praxis, y otra, muy
diferente, mencionar a los “Estados Unidos Mexicanos” a la par con los del
norte aun cuando el anterior mandatario, felipe calderón –minúsculas-,
intentara vestirse de héroe proponiendo llamar sólo México a la patria cuando
sabía que la iniciativa no podía tener futuro al convocarla al cuarto para las
doce de su violento sexenio. Pero también en cuanto a algunos puntos y
artículos de la Constitución existen elementos cercanos a los de la Unión
Americana si bien el Constituyente de Querétaro supo crear ciertos candados
para evitar infiltraciones de otras naciones, negando, por ejemplo, la
posibilidad de que llegaran a la Presidencia algunos descendientes de
extranjeros. Con las reformas recientes, el texto quedó más confuso: sólo
pueden llenar el requisito quienes son hijos de madre o padre mexicanos, no
quienes descienden d sendos consortes nacionales. Por supuesto, nadie hace caso
del absurdo galimatías y las cosas se mantienen como si nada, en el limbo. No
obstante, tal es una buena muestra del absurdo en el que caemos, con
frecuencia, a causa de esta tendencia lacayuna a admirar cuanto nos viene del
norte.
Así debe haber pensado, como
muestra, el deplorable Genaro García Luna, quien desde su estadía en el CISEN
durante nueve años, entre 1989 y 1998, hasta convertirse en director general
operativo de la Agencia Federal de investigaciones a partir del arribo
altisonante de la derecha al poder presidencial. Es importante el dato porque
demuestra hasta donde este personaje pudo filtrar información trascendente para
facilitar el arribo de Vicente Fox a la Primera Magistratura cuando todavía no
se decidía a convertirse en empresario marihuanero. ¿Meras casualidades? Pues
no me lo parecen, la verdad, luego de conocer los instrumentos con los que la
secretaría de Seguridad Pública en el sexenio anterior, bajo la férula ya del
ilegítimo calderón, mantenía búnkers jamás usados, sobre Avenida Constituyentes
y bajo la residencia oficial, pero con bancos de datos espectaculares, incluso
de voces, acaso más efectivos que las huellas dactilares. Cuando recorrí el
lugar, acompañado por otros amigos con enorme interés en las cuestiones
nacionales, uno de ellos, quien había sufrido unas semanas antes el secuestro
de un familiar, pidió escuchar las voces de los secuestradores de éste... y las
reconoció plenamente con la satisfacción del subsecretario Francisco Niembro
González, uno de los más cercanos a García Luna entonces y ahora.
Con el visto bueno de la
Casa Blanca, anunciado por Joseph Biden, el vicepresidente norteamericano con
mayores atribuciones de la historia –incluso hay quien lo coloca por encima de
Kerry y su Departamento de Estado lo que jamás había ocurrido-, los teléfonos
en los Estados Unidos, incluyendo celulares y hasta el mundo cibernético, esto
es Google y Facebook, son susceptibles de ser intervenidos a capricho de las
autoridades bajo el justificante de que sólo de esta manera pueden detectarse
las presuntas actividades de los terroristas –algunos de los cuales han
ingresado al territorio norteamericano por la puerta del sur, esto es por
México y su frontera de tres mil 185 kilómetros-, y/o de los narcotraficantes,
los elementos que per se “justifican” el permanente acoso militar y civil –los
minutemen- contra los llamados indocumentados mexicanos en una postura
francamente hipócrita: los necesitan por su fuerza laboral pero abaratándolos
al perseguirlos con la misma clandestinidad con la que ingresan al poderoso e
intratable vecino. Siempre perdemos, claro, salvo por las constantes “cartitas”
de protesta que no mueven el menor hilo sentimental.
Por supuesto, estas decisiones
policíacas darán lugar, dentro de muy poco, a que se extiendan a México con el
beneplácito de la Presidencia y su órgano de represión oficial, legal claro,
que todavía está en el aire en cuanto al organigrama por la pereza y la actitud
chantajista de no pocos legisladores. No puede hablarse de Gendarmería nacional
mientras no se resuelva el álgido tema de las soberanías estatales que, en
realidad, no son tales: debiera hablarse de autonomías porque, de acuerdo a la
descripción oficial, soberanía es el poder que no reconoce a otro superior y no
es, desde luego, el caso: las entidades federales aceptan la jerarquía mayor de
la Constitución General de la República y las obliga a ser dependientes de
ésta. Cuando menos, los legisladores debieran salir de este letargo, como
otros, que duermen bajo la pesadilla de los absurdos.
No se olvide que, como tal,
el espionaje telefónico y videofilmado inició cuando la trinca de mujeres con
gran poder, en 2004, Marta de Fox, Elba Esther Gordillo y Rosario Robles Berlanga,
idearon la manera de doblegar a Andrés Manuel López Obrador exhibiendo la
injustificable avaricia y ambición de algunos de sus más cercanos
colaboradores, su tesorero en el gobierno del Distrito Federal, Gustavo Ponce
Meléndez, fue filmado apostando en Las Vegas millonadas; con ello, además,
iniciaba el “periodismo autodidacta”, una nueva especialidad surgida del uso de
celulares con cámaras fotográficas y de vídeo. Luego, con otra metodología,
cayó en redondo René Bejarano Martínez, el más cercano de los operadores
políticos de Andrés Manuel. La catapulta se inició, claro, a través de los
servicios, entre otros, del extinto Ramón Martín Huerta y del ya citado García
Luna, el ahora intocable señor de la Florida. Dicen las malas lenguas que en
los lugares recreativos de esta región podría inaugurar su propio parque de
cocodrilos y mapaches para felicidad de los adoradores de los animales...
quienes luego se los comen.
Desde entonces, el espionaje
es una suerte de seguro del gobierno contra cuanto pueda incomodarlos, no sólo
en busca de criminales –secuestradores y narcotraficantes, en ese orden-, sino
también para vigilar los andares de sus críticos, opositores significativos –no
los cooptados porque esos tienen ya otra medida-, y personajes que sirven de
“puentes” entre algunos funcionarios, cada día más, y los mayores “capos” a
quienes conviene manejar alcaldías y gobiernos claves para disponer de poder
territorial a sus anchas, sin el menor apuro. Y así hasta nuestros días cuando,
por si fuera poco, el acercamiento de los presidentes de México y China podría
arrastrar acuerdos soterrados entre las mafias de ambas naciones en plena
efervescencia. De otra manera, ¿cómo es que México se convirtió, no hace mucho,
en productor de opio? No pocas veces al pensar mal se acierta... aunque se
pierda el optimismo.
DEBATE
Es por demás preocupante –y
debemos decirlo ahora-, la tendencia en distintos países a favor del fascismo;
no hace mucho, un sujeto se presentó ante un juzgado en Alemania con el
uniforme y la apariencia del füerher... y causó más expectación fuera y no
dentro de la nación de los germanos, quienes dos veces han puesto en el abismo
al mundo con sendas conflagraciones globales. No es que culpemos a los actuales
miembros de la UE por el holocausto –que ha sido fundamental para el auge
económico de Israel dado que el número de víctimas aumenta anualmente junto con
las indemnizaciones obligadas lo que, por cierto, irrita a las nuevas
generaciones de alemanitos-, sino de que retorne la filosofía que aplastó al
mundo bajo la inercia de los mandos superiores y prolongados.
La vindicación, en México,
de la figura del dictador Porfirio Díaz Mori, sin considerar sus méritos
militares –en algunos casos de verdadero heroísmo-, tiende a reafirmar la idea
de que no es lo mismo “un gobierno prolongado y efectivo” a una dictadura de
Estado. Así no los dicen ahora, al paso, algunos de los funcionarios de más
alto relieve dentro del gabinete presidencial. Esto es como si el PRI, o más
bien Peña Nieto, se hubiesen ya apropiado del futuro más allá de la voluntad de
la ciudadanía y de la historia misma de la patria.
LA ANÉCDOTA
En Madrid, España –lo que va
quedando de ella con los brotes separatistas por doquier-, se celebra
anualmente una feria del libro, más popular que trascendente, en el Parque del
Retiro, con todo y su pequeño lago mucho menor al de nuestro Chapultepec. El
caso es que para este fin se arman casetas para cada editorial y para cuantos
deseen vindicar incluso, a través de pasquines de escasa circulación, sus
posiciones políticas.
Y me tocó observar a una
señora ignorante, de origen español pero nacida en México, insistir en que
quería tener discos con los cánticos republicanos porque su padre había
pertenecido a este sector... pero no se dio cuenta de que había acudido al
espacio de los franquistas, en donde se ensalza aún hoy la figura del nefasto
“caudillo” responsable de un número indeterminado de asesinatos clandestinos
–no hablo de las bajas de la guerra sino de los crímenes de su largo periodo de
mando extendido a treinta y seis años-. La respuesta fue terrible:
--Señora...aquí la República
no existe.
--Por supuesto que sí; mi
padre luchó por ella.
--Pues tanto mejor para
usted: está viva a pesar de la estupidez de sus antecesores.
Criterios como éste pululan
de nuevo en la Europa del “Cuarto Reich” encabezado por Ángela Merkel. ¡Ah!
Olvidaba un detalle importante: varios de los nuevos reclutas del franquismo
-¿podríamos señalar igualmente al actual presidente Mariano Rajoy Brey?-
llevaban el brazalete con la suástica de los nazis.
Cuidado: no cometamos la
torpeza de mirar hacia la lejanía creyendo que los efectos nunca nos llegarán;
siempre lo hacen, por desgracia. Más ahora cuando los venidos de allende del
mar son tratados como príncipes en México, con cargos de primer nivel, mientras
en España, 6 millones 200 mil desocupados exhiben la miseria de un modelo que
ya no funciona. Y otra vez se dejan caer sobre este suelo, en plan de
reconquista, tantas veces ensangrentado por sus antepasados.
email: loretdemola.rafael@yahoo.com
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