viernes, 25 de abril de 2014

COLUMNAS




La DEA se mete al hotel con narcos










Carlos Loret de Mola


Justo a un costado de la embajada de Estados Unidos en México, sobre el emblemático Paseo de la Reforma del Distrito Federal, está el hotel María Isabel Sheraton, uno de los más tradicionales y mejor ubicados de la capital del país.

El 18 de marzo de 2009, en ese hotel, dos funcionarios de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) se reunieron con Jesús Vicente Zambada Niebla, alias el “Vicentillo”, presunto directivo del cártel de Sinaloa e hijo de Ismael el “Mayo” Zambada, máximo líder de esa organización criminal y hoy el capo número uno en la lista de los más buscados tras el arresto de su compadre Joaquín el “Chapo” Guzmán Loera.

La reunión, según me revelan fuentes bien informadas y de acuerdo a lo que consta en la declaración del joven capo de la droga, sucedió por intermediación del abogado Humberto Loya Castro, quien lleva la representación legal del “Vicentillo” y quien, según tal documento, daba a Estados Unidos “pitazos” sobre cargamentos para incautar, como uno muy valioso en el Puerto de Manzanillo (23 toneladas de cocaína en noviembre de 2007). Los agentes de la DEA que asistieron se llamarían Manny Castanon y David Herrod.

El Gobierno mexicano, entonces encabezado por Felipe Calderón, realizó un operativo conjunto de la Procuraduría General de la República y el Ejército, y horas después de esa reunión capturaron al “Vicentillo”.

En sus primeras declaraciones Zambada Niebla pidió que lo liberaran argumentando que había pactado con la DEA minutos antes. Informalmente, la DEA confirmó a las autoridades mexicanas el encuentro, pero públicamente nunca lo aceptó. A través de la embajada, los agentes estadounidenses buscaron hablar con el detenido, quien desde el penal de máxima seguridad de El Altiplano repetía a quien lo quisiera escuchar de su arreglo con las autoridades del vecino del Norte. Once meses después, ya en 2010, lograron llevárselo extraditado.

En las diligencias preliminares en Chicago, Illinois, Vicente Zambada presumió de nuevo su pacto con la DEA para proporcionarle información de sus rivales en el mundo del narcotráfico a cambio de inmunidad.

El pasado jueves 10 de abril ya de este 2014, cinco años después de aquella reunión en el hotel, la justicia de Estados Unidos emitió un comunicado en el que afirma que Vicente Zambada Niebla ha cooperado con ellos, que se declaró culpable del delito de conspiración para traficar drogas y que buscaba alcanzar una pena menor.

Según fuentes, hubo un segundo pacto entre el “Vicentillo” y la DEA: uno para que no se sepa del primer pacto. A cambio de eso y de que les cuente lo que sabe, reducirle la sentencia de cadena perpetua a 10 años de prisión y al salir otorgarle la residencia en Estados Unidos a él y su familia.

SACIAMORBOS

En tiempos de Felipe Calderón, la DEA alentaba la versión de que el Gobierno había negociado con el cártel de Sinaloa.






Videgaray y Cortés García: sospechoso nombramiento



 


Álvaro Cepeda Neri


I.- Han de saber los lectores que de cara al público Videgaray, Cordero y Meade nada tienen que ver entre sí; pero la verdad es que son íntimos amigos que coronaron su amistad e intereses tras su paso por el ITAM donde –se cuenta–, juraron y sellaron ser en el PAN y en el PRI, igual que los tres mosqueteros (que en realidad eran cuatro en la obra de Alexandre Dumas padre: 1802-1870), “todos para uno y uno para todos”. Por esto es que Videgaray convenció a Peña de nombrar a Meade en Relaciones Exteriores, tras que éste le entregó los expedientes comprometedores de Cordero y quien a su vez se siente a salvo con su amigo Videgaray; aunque eso no le asegura vencer a Madero en la competencia por apoderarse del PAN, ya que Cordero sigue siendo leal a Calderón y Madero se la ha jugado con el peñismo, casi asegurando así la presidencia de un PAN que no es de derecha ni de centro… ¡Dios los salve!, pero mucho menos de izquierda, sino que se ha convertido en otro partido satélite del PRI como los verdes, el Panal y el PRD chuchista, que hace que todos anden juntos y revueltos, apoyando las reformas estructurales de Peña en la Constitución, para enmendarlas al expedir las leyes secundarias. Aclarado eso, entremos al asunto de esta nota.

II.- Resulta que Videgaray, que no ha podido impulsar la política económica estancada en la recesión que tiene a los mexicanos a punto de un estallamiento, se permitió convencer a Peña del nombramiento del jurado foxista y que en ese sexenio fue subsecretario de la Sagarpa: Juan Carlos Cortés García, como director general de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesquero, que es como una competidora de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural y Pesca. El recién nombrado es el accionista principal de la empresa Protección Agropecuaria y Compañía de Seguros, S.A., lo cual evidencia un choque de intereses para favorecer los propios. Cortés García apareció en la foto con Videgaray (Reforma: 2/IV/14), para evidenciar más la estrecha relación y complicidad en el nombramiento en perjuicio de lo público. Los empresarios de Sonora lo han felicitado por su nuevo cargo, lo que hace más claro que se han enredado intereses públicos y privados por el dueño de la lámpara de Hacienda, aunque sin el genio para resolver los problemas creados por la contrarreforma fiscal que ha paralizado la economía nacional.

III.- Es sospechoso que Videgaray haya nombrado a ese empresario-foxista en un cargo tan incompatible. El protector agropecuario y de seguros dirigirá la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario. ¿Le venderá seguros a esta paraestatal, para hacer negocio como juez y parte? Videgaray, que como el comisionado en Michoacán, se está quedando calvo, ha cometido un acto de corrupción con ese nombramiento. Y por otro lado ya tiene a dos sonorenses en su equipo: Cano Vélez y el “pato” Lucas, queriendo meter mano en la sucesión de gobernador donde ni “vela tiene en el entierro”; moviendo fichas y olvidando aquello de “no hagas cosas malas que parezcan buenas”; pues su cuate Cortés García huele mal.

cepedaneri@prodigy.net.mx



Desafío 

 




Rafael Loret de Mola


El debate es, fundamentalmente, confrontación no exaltación de criterios y propuestas sobre un mismo tema. Los adversarios podrán coincidir en determinados puntos básicos –por ejemplo, nadie se atrevería a apostar contra México-, pero no a tal punto que parezcan cortados con loa misma tijera. La gran audiencia requiere observar en dónde radican las diferencias entre unos y otra y, sobre todo, respecto a los distintos partidos en juego; y no, como tanto se subraya, necesariamente espera una ponderada sucesión de proyectos ensimismados sobre los que cada quien reclame autorías innecesarias. Insisto: es momento de definir diferencias, no de ponderar una “civilidad” que sólo refleje el miedo de los ponentes a levantar las polvaredas de las mafias.

Las promesas sobre una educación de excelencia –boicoteadas por las dirigencias magisteriales-, una cobertura total de salud, la realización de obras de infraestructura básica con los matices de cada aspirante –ojalá no se sigan olvidando de los ferrocarriles, al tiempo de convertir en museos las bellísimas estaciones-, y la reiteración a combatir a cárteles y secuestradores “con todo el rigor de la ley” –por lo trillada, la frase obliga a sonreír con sarcasmo-, no son elementos que enciendan las luces del andar hacia una democracia más participativa y seria y no seguir montados en el viejo jamelgo de la demagogia infecunda.

Es una cuestión fundamental, sin embargo casi perceptible, situarse en un extremo u otro, entre la democracia y su antítesis, la demagogia. Se nos ha mentido tanto que es derecho colectivo el mantener dudas y sospechas sobre intenciones y complicidades. Sobre esto deberían razonar los candidatos en juego, antes de que caigan en el sostenido autoelogio que no sirve para maldita la cosa. ¿Conocen, los amables lectores, a un postulante capaz de reconocer sus propios errores, incluso personales, para ofrecer un balance real y equitativo a sus simpatizantes? Algunos sugieren algunos episodios controvertidos pero sin llegar a una reflexión serena sobre sí mismos porque, claro, ello podría inhibir a las corrientes a su favor. La autocrítica no es elemento lucidor, por lo visto, pero significa potencialmente uno de los elementos más importantes para los electores: la credibilidad.

Siempre he dicho que merecerá nuestra confianza aquel o aquella que sea capaz de explicarnos sus fallas y la manera como trataría de evitar las reincidencias. Claro, somos humanos, perfectibles siempre, y nos equivocamos. Lo triste de la cuestión es no aceptarlo porque tal actitud dibuja a la suficiencia que es enemiga de la igualdad entre los seres humanos y entre mujeres y hombres. Tampoco me gusta el término tolerancia porque parece estar supeditado a la sumisión; prefiero, en todo caso, a la discusión ponderada de ideas, a la autenticidad de palabra y hecho, a la praxis que devenga de las ideas y no de las componendas pasajeras. Odio la mojigatería verbal y el pastueño quehacer de los funcionarios que se dan importancia bajando el tono de la voz hasta acabar con los decibeles; cuando observo a alguno de ellos, con sus rostros de monaguillos regañados –entre los miembros del equipo de Calderón se llenan las manos contándolos-, siempre desconfío y recuerdo una magnífica sentencia que escuché hace años en voz de uno de mis maestros:

--No olvides que la lacayunería es el peldaño anterior a la traición.

El “barbero”, el que se suma a la “cargada”, el mercenario de la letra impresa, todos ellos, estarán siempre dispuestos a vender, como si fuese una mercancía, a quienes perentoriamente apoyaron para sacarles provecho. ¡Hay tantos de ellos merodeando por cada esquina! Y no pongo signo partidista ni acento de parcialidad alguna en el referente.

¿Por qué obsequiarles espacios, gratuitamente, a quienes carentes d representatividad alguna pretenden elevarse al mismo nivel de quienes, a través de muchos años, logran el apoyo de partidos, así estén contaminados, con estructura en todo el país? Y ello no significa que estemos en contra de las candidaturas ciudadanas; al contrario, de ninguna manera, acentúo, porque si son resultado de liderazgos naturales sobran entonces los partidos y gana la sociedad con la pluralidad. Lo inadmisible son las comparsas con efectos distractores muy baratos.

Los debates entre los candidatos de toda índole son absolutamente necesarios. De allí a que sean especialmente significativos, como en otras latitudes, en cuanto a que modifiquen o no las tendencias electorales, hay un abismo.

Al contrario: en México es casi una tradición que quienes vencen en ellos acaben perdiendo en las urnas con contadas y sonadas excepciones, sobre todo regionales. En 1994, cuando se inauguró la práctica entre aspirantes a la Primera Magistratura sobre la sangre política de Colosio derramada, el menos afortunado fue ernesto zedillo a quien vapulearon Diego Fernández de Cevallos y, sobre todo, Cuauhtémoc Cárdenas Solírzano; sin embargo, a la larga, medimos sus beneficios: en un sola jornada logró colocarse, en cuanto a conocimiento general, en la misma línea de dos líderes veteranos y ampliamente analizados por la opinión pública... hasta lograr convertirse en el mexicano, hasta hoy, más votado de la historia con más de diecisiete millones de sufragios a su favor. No es poca cosa.

Desde luego, la ausencia de carisma de zedillo fue compensada por la estructura territorial del PRI y los llamados “votos del miedo” en un año de alto riesgo.







De frente y de perfil



 

Ramón Zurita Sahagún


15 días



Para Elba Esther Gordillo Morales los próximos 15 días hábiles serán de lo más angustiantes de su vida, ya que estará en juego su libertad.

La ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación padecerá durante esas otras dos semanas, para conocer si se rectifican o revocan las acusaciones que la mantienen en prisión.

Esas acusaciones versan sobre delincuencia organizada y lavado de dinero.

Lo anterior porque el juzgado sexto de Procesos Penales Federales, solicitó al juez cuarto de distrito en materia de Amparo del Distrito Federal dicha prórroga de 15 días hábiles para resolver sobre su caso.

Para mala suerte de la profesora, los días serán más largos, ya que se atraviesa uno de los puentes más largos del presente año, el que hará inhábiles los días que corren entre el primero y 5 de mayo del presente año.

Sin embargo, la ex diputada federal y ex senadora mantiene viva la esperanza de que se le revoque la acusación y salga libre en la fecha indicada.

Pero tiene otra alternativa, ya que el año próximo arribará a su séptima década de vida y podría apelar a esa condición y pasar su condena (en caso de que se le sentencie) en casa, debido a prerrogativas que da la ley para personas de edad avanzada.

Los catorce meses que lleva en prisión la profesora Gordillo Morales han sido terribles para ella, ya que se le recrudecieron los males físicos que la aquejan desde hace años.

Su salud se quebrantó, la moral se cayó y los amigos la abandonaron, ya que pocos son los que la han visitado en prisión, sea en el reclusorio en el que ha pasado poco tiempo o en el hospital donde fue recluida para ser atendida de sus enfermedades.

Para la maestra lo más grave es su aislamiento y no contar con el ejército de empleados a su servicio que atendían su menor deseo.

En prisión tiene el privilegio del hospital y de la atención médica, pero hasta ahí, lejos está de la vida princesa o magnate que llevaba.

Su salida de prisión le permitiría retomar su vida, aunque alejada de los reflectores y de los excesos en sus gastos, aunque su fortuna es considerable para darse los lujos que le plazcan.

Y es que cuanto personaje político o empresarial que es enviado a prisión sufre unos cuantos meses o hasta años en las cárceles, pero sus cuantiosos bienes los resguardan y a su salida los disfrutan en grande.

Así ha sucedido con un gran número de personas que han sido enviados a prisión por defraudación, lavado de dinero, corrupción, malversación de fondos públicos y hasta delincuencia organizada.

De ser revocadas las acusaciones contra Elba Esther Gordillo Morales se sumaría a la lista dentro la que se encuentran personajes de la talla de Carlos Cabal Peniche, Ángel Isidoro Rodríguez, Jorge Lankenau, Eduardo Legorreta, entre otros.

Y es que los delitos de cuello blanco (cometidos por los personajes mencionados) son de lo más benévolos para las leyes mexicanas, sin importar el monto de lo defraudado o sustraído.

En la actualidad hay dos grandes empresarios mexicanos que enfrentan graves acusaciones, uno (Gastón Azcárraga) prófugo y el otro (Amado Yáñez) arraigado.

Los montos de los delitos cometidos son sumamente altos, el uno cometió fraude y llevó a la quiebra a la para entonces principal línea aérea nacional, Mexicana de Aviación y el otro cometió fraude contra una institución bancaria y usó documentos falsos para la obtención de contratos y créditos, mediante la empresa Oceanografía.

En el caso preciso de Elba Esther Gordillo Morales se trata de uno de los personajes políticos más cuestionados de los últimos años y sus índices de repudio masivo rebasan los de cualquier otro político.

Es cierto que la profesora se mantenía lejos de los reflectores, los que usaba estratégicamente en el momento más conveniente para ella.

Para los observadores políticos, el estilo de la lideresa sindical solamente es comparable al del entonces dirigente moral de los petroleros, Joaquín Hernández Galicia, La Quina.

Como él, Elba Esther usaba a su conveniencia y gusto sus alfiles políticos, los enviaba en contra de sus enemigos y adversarios, para ablandarlos y entonces aparecía ella.

Se convirtió en lideresa moral de su sindicato, como lo hizo, en su momento, La Quina y orientaba a sus afiliados sobre el destino electoral que debían seguir.

En su momento, la profesora Gordillo Morales fue usada como ariete en contra de su antiguo protector, Carlos Jonguitud Barrios, y cuando resultó una carga para el sistema, motivada por sus desplantes, excesos, lujos y pretensiones, fue dejada caer, vencida por su propio peso.

Ahora vive los quince días hábiles más pesados de sus 69 años y la angustia la invade ante la incertidumbre de lo que ocurrirá, aunque sus abogados la alientan diciéndole que todo marcha bien y que pronto estará en casa.

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