lunes, 23 de junio de 2014

COLUMNA PRINCIPAL



LAÚD


Mayor estudio, menor ingreso económico


En Jalisco se pagan 16, 105.7 pesos menos que el promedio nacional anual. En comparación con entidades como Nuevo León los jaliscienses reciben 35 mil 423 pesos menos en promedio anual y en lo relativo con el Distrito Federal, en nuestro estado se reciben 52 mil 898 pesos menos.



Napoleón Medrano*


Respecto a la relación entre la educación y la distribución del ingreso económico, la estimación sugiere, como también muchos otros han encontrado, que un promedio escolar mayor puede ser un igualador entre el trabajo y el ingreso. Pero el impacto de la desigualdad en la distribución de la escolaridad sobre la distribución del ingreso económico parece ser muy diferente de lo que han sugerido. No hay nada en las estimaciones que indique que una varianza educacional mayor aumenta la desigualdad en la distribución del ingreso.[1]


Según el último conteo nacional del INEGI en Jalisco somos 7 millones 350 mil 682 habitantes, de ellos 3 millones 750 mil 041 son mujeres y 3 millones 600 mil 641 hombres[2] y en promedio, podemos mencionar que los jaliscienses apenas concluyen la educación básica. El grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más es de 8.8, lo que equivale a prácticamente a la secundaria concluida[3] lo que nos posiciona apenas en la media nacional.






De cada 100 personas de 15 años y más, 5.1 no tienen ningún grado de escolaridad, 58.1 tienen la educación básica terminada. 0.6 cuentan con una carrera técnica o comercial. 18.5 finalizaron la educación media superior. 17.3 concluyeron la educación superior. Y 0.4 no está especificado, señala el mismo estudio del INEGI.


En Jalisco, 4 de cada 100 personas de 15 años y más, no saben leer ni escribir,el mismo dato pero a nivel nacional indica que son 7 de cada 100 habitantes los que se encuentran en esta circunstancia. A decir de algunos estudiosos del fenómeno educativo, afirman que “La educación es la semilla madre. Con la educación todo

lo demás es posible. Pero no hablamos de cualquier educación. Debemos centrar los objetivos en el aprendizaje”[4]


Y es que a decir del INEGI, Jalisco ocupa el onceavo lugar en cuanto a analfabetismo se refiere, por debajo de la media nacional, por debajo de estados como Chiapas, Guanajuato, Querétaro, Nayarit, Quintana Roo y el Estado de México entre otros. Es importante traer a colación las pautas de distribución de oportunidades escolares, mismas que son: “La posición social, el grado de urbanización o ruralización de la comunidad, de residencia; y las características de la región socio geográfica a que pertenece la comunidad mencionada”.[5]


En promedio, la remuneración que recibe cada trabajador al año en Jalisco es de $ 83 mil 009 pesos[6], el promedio nacional es de $99 mil 114.7 pesos, según el INEGI, con estos datos podemos señalar que nuestro estado, cuenta con menor número de habitantes analfabetas respecto al estado de México, pero mayor que en Nuevo León y el Distrito Federal, que en la entidad en promedio un trabajador percibe a penas 83 mil pesos, 16 mil pesos menos que el promedio nacional. Lo que coloca a la entidad en el 4° lugar en aportaciones al producto interno bruto, por debajo de El Estado de México, Distrito Federal y Nuevo León.

Sin embargo, los habitantes del Estado de México, pese a contar con un grado de analfabetismo mayor que a la de nuestro estado recibe 98 mil 121 pesos en promedio anual como salario. 15 mil 112 pesos más que los jaliscienses, respecto a Nuevo León los jaliscienses reciben 35 mil 423 pesos menos en promedio anual, y 52 mil 898 pesos menos en promedio anual que el Distrito Federal.

Distribución de oportunidades escolares


821,983 jaliscienses de 18 años o más cuentan con estudios universitarios concluidos, y apenas 65 mil 256 con posgrado de un total de 7 millones 350 mil 682 habitantes. “Es bien sabido que, como consecuencia de la política de desarrollo que siguió México, durante varias décadas, se han asentado las diferencias socioeconómicas que a lo largo de la historia del país habían venido apareciendo entre las regiones socio geográficas que la forman, al mismo tiempo que se generan nuevas disparidades interregionales, estrictamente atribuibles a dicha política”.[7]

Según el INEGI, estas son las cifras que reflejan distintos estados de la República Mexicana, respecto a la educación y economía.

Estado
Escolaridad Promedio
Ingreso Promedio Anual
Chiapas
6.7
65 mil 435
Oaxaca
6.9
75 mil 363
Tabasco
8.6
122 mil 767
Jalisco
8.8
83 mil 009
Chihuahua
8.8
97 mil 028
Estado de México
9.0
98 mil 121
Nuevo León
9.8
118 mil 432




Es importante rescatar el comportamiento de Tabasco, y es que pese a que es un estado en donde alcanzan un promedio de 8.6 años de estudio, tienen un ingreso promedio anual superior a entidades como el Estado de México y Nuevo León, en donde en promedio la sociedad logra entre los nueve años de estudio y casi los diez, mismo escenario que refleja respecto a Jalisco en donde el promedio de estudios es de 8.8 dos puntos por arriba de Tabasco y con un promedio 39 mil 758 pesos menos de ingresos anuales que Tabasco.


Ahora bien, es preciso indicar que el grado de estudios causa una brecha de desigualdad entre sociedades, de las que tienen mejor desarrollo académico y no, sin embargo no necesariamente lo económico es el principal factor de diferencia, ahí está el caso de Tabasco, que pese a contar con un menor grado de estudios en promedio, su población (también en promedio) tiene un ingreso superior al de entidades con más estudio en promedio.


“En los últimos años se ha generalizado el uso del término “economías del conocimiento” para describir a aquellas economías nacionales o sectores productivos que muestran un mayor dinamismo y crecimiento originado por la producción y el uso intensivo de la información, la tecnología y el conocimiento en la creación de valor. Se conjetura que en una economía basada en el conocimiento el cambio tecnológico y la innovación son los motores que hacen posible la expansión de la actividad económica en tanto que los mismos vayan ligados a una mayor disponibilidad de mano de obra calificada”.[8]


Con lo que podemos concluir que pese al esfuerzo que el sector educativo puede hacer para elevar su calidad, el sector empresarial, empleadores y hasta la geografía pueden influir para recibir ingresos desiguales pese a contar con una excelente preparación profesional.


[1]Beltrán Javier (2000). Educación y desarrollo: América Latina ante el siglo XXI: problemas y perspectivas, Bilbao: Universidad de Deusto. Citando a Guevara G. Juan Carlos. La educación y el crecimiento económico. P. 74.

[2]Consulta electrónica. Portal del INEGI. url: http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/jal/poblacion/educacion.aspx?tema=me&e=14 última revisión 21 de junio de 2014.

[3]Consulta electrónica. Portal del INEGI. url: http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/jal/poblacion/educacion.aspx?tema=me&e=14 última revisión 21 de junio de 2014.

[4]López Castañares (Sin información de año) Hacia una comunidad centrada en el aprendizaje, citando a

Maldonado Venegas, Luis. Sierra Solorio, Rosalba. Andere Martínez, Eduardo. Pág.: 219.

[5] Muñoz Izquierdo, Carlos (1996) Origen y consecuencias de las desigualdades educativas: investigaciones

realizadas en América Latina sobre el problema, México: Fondo de Cultura Económica. Pág. 32

[6]Consulta electrónica. Portal del INEGI. url: http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/jal/economia/ue.aspx?tema=me&e=14última revisión 21 de junio de 2014.

[7] Muñoz Izquierdo, Carlos (1996). Origen y consecuencias de las desigualdades realizadas en América Latina

sobre el problema, México: Fondo de Cultura Económica. Análisis del papel de la educación formal. Página:40

[8]1 Muñoz Izquierdo, Carlos (1996). Origen y consecuencias de las desigualdades realizadas en América Latina

sobre el problema, México: Fondo de Cultura Económica. Análisis del papel de la educación formal. Página:40.

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