martes, 27 de mayo de 2014

COLUMNAS NACIONAL


De frente y de perfil





Ramón Zurita Sahagún


Segunda vuelta



La segunda vuelta electoral es un método eficaz adoptado por varias naciones para definir en las urnas al triunfador de los comicios y que estos obtengan, cuando menos, un voto más del 50 por ciento de los sufragios.

Se reduce a dos el número de participantes en la elección presidenciales, siendo estos los más votados, siempre y cuando ninguno alcance el porcentaje ya mencionado.

Los más recientes procesos electorales celebrados en Latinoamérica se han definido de esa manera, en una segunda vuelta, mostrando, en alguno de los casos, resultados de alternancia en el poder.

Costa Rica y El Salvador son los dos más recientes procesos presidenciales que fueron a una segunda vuelta electoral, donde en el primero de los países ocurrió la alternancia, ganado el candidato de oposición, mientras que en El Salvador se mantuvo el partido gobernante.

Luis Guillermo Solís, el actual Presidente de Costa Rica resultó el candidato más votado desde la primera vuelta electoral, aunque apenas superó el 30 por ciento de los sufragios emitidos (30.95%), por lo que se presentó a la segunda vuelta, donde arrolló al oficialista Johnny Araya, ya que el 77.99 por ciento de los votos fueron para él y el oficialismo registró poco más del 22 por ciento restante.

Desde principios de mayo asumió el gobierno de la nación centroamericana.

En el caso de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén es el Presidente electo que tomará posesión el primero de junio, al triunfar en una segunda vuelta electoral.

Sánchez Cerén tuvo que ir a una segunda vuelta para vencer al opositor Norma Quijano y ganar la presidencia para un período de cinco años.

Antes de ello, el Presidente electo de El Salvador fungió como vicepresidente, al participar como compañero de fórmula del actual mandatario, Mauricio Funes en los comicios presidenciales de 2009.

El pasado domingo, le tocó el turno a los colombianos acudir a las urnas y decidir que la segunda vuelta es una buena opción, para definir si el actual Presidente Juan Manuel Santos será reelecto o si optan por el opositor Óscar Iván Zuluaga.

El candidato opositor, apoyador por la derecha obtuvo el triunfo en la primera ronda, aunque lo hizo con un 29.3 por ciento de los sufragios emitidos, muy alejado del 50 por ciento más uno, necesario para no ir a una segunda vuelta electoral.

Zuluaga enfrentará en la segunda ronda electoral actual Presidente Santos, quien quedó ubicado en segundo lugar de la votación, con un 25.6 por ciento de los sufragios emitidos.

Los otros aspirantes presidenciales fueron borrados de la contienda, con todo y que se esperaba una sorpresa por parte de la candidata conservadora Marta Lucía Ramírez, quien apenas logró el 15.53 por ciento, lo que la situó en el tercer lugar de las preferencias de los votantes.

Ramírez estaba considerada como opción por la guerra electoral sin cuartel que sostuvieron en la primera etapa los dos candidatos (Zuluaga y Santos) que irán a la segunda vuelta, con acusaciones y denuncias de todo tipo.

Las diferencias entre los proyectos de uno y otro se refieren, principalmente, a si hay o no negociación de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con las que el Presidente Santos sostiene negociaciones desde hace un año y medio, mientras que Zuluaga se niega a ello.

Las posiciones de uno y otro son contrastantes, por lo que serán los electores colombianos los que definan en las urnas, cuál de los dos proyectos es que se adoptará.

Como sucede en las segundas vueltas electorales, los dos contendientes que pasan a la siguiente ronda tendrán que buscar alianzas con los grupos, partidos y candidatos que se quedaron en la primera selección.

Depende de cada uno de ellos los amarres que hagan para obtener el respaldo de los votantes, ya que se requiere del cabalístico 50 por ciento más uno, para ganar esos comicios.

Esa segunda vuelta electoral que tan buenos dividendos deja en otras naciones del continente Americano es la que no se ha podido lograr en México, ya que en la pasada Reforma Electoral ni siquiera fue considerada dentro de los planteamientos presentados e los legisladores.

Fue relegada desde el momento mismo en que se sugirió que se discutiera el tema.

En México, hay una diversidad de partidos políticos que pueden participar con candidatos propios a la Presidencia de la República, aunque la ley les permite coaligarse e ir en fórmula varios de ellos con un solo candidato y garantizar de esa forma su registro.

Desde que en 1988 Carlos Salinas de Gortari obtuvo un polémico triunfo con el 50.36 por ciento de los votos, ningún otro Presidente de México consiguió rebasar el 50 por ciento más uno de los sufragios emitidos en las urnas.

En una sola vuelta electoral ganó Ernesto Zedillo Ponce de León con el 48.69 por ciento de los votos, siendo el segundo lugar Diego Fernández de Cevallos con el 25.92 por ciento.


Desafío





Rafael Loret de Mola




Priva en la atmósfera un antiguo algoritmo –pasos que se dan bajo reglas definidas y sin generar dudas-, que tomó características políticas pese a su origen matemático. El referente más antiguo es el algoritmo de Euclides si bien, en 1805, Gauss terminó la tarea si bien, hasta hace muy poco, en 1946, John Mauchly, adaptó el concepto al mundo cibernético sin saber hasta donde llegaría éste poco más de seis décadas después. Sin embargo, a mi parecer, en materia política merecería ser atribuido a Maquiavelo, quien justifica los medios con tal de llegar a un fin como objetivo central, esto es sin detenerse en nada ni siquiera en las vidas de los demás. El caso es que, en el presente, el algoritmo “divide y vencerás” tiene connotaciones distintas a las matemáticas y se usa como estrategia, en la guerra y en la vida pública, para entrampar a los enemigos y aniquilarlos en su caso.

No tengo duda que el presidente peña nieto, asesorado por el Maquiavelo de nuestro tiempo, carlos salinas de gortari, ha optado por seguir esta ruta, la de la desunión, para asegurar su propia continuidad y la de su partido más allá del sexenio presente aun cuando la euforia invada a los panistas por haber reelecto a Gustavo Madero Muñoz y gritar, a los cuatro vientos, con un entusiasmo desbordado, que en 2018 reconquistarán la Presidencia... aunque la militancia sea ahora de sólo doscientas mil personas de acuerdo al número de votos divididos entre los dos contendientes a la dirigencia nacional –el cordero pascual incluido-, y el porcentaje que suman quienes acudieron a sufragar: el 72 por ciento de los registrados como panistas de cepa.

Ya apuntábamos ayer que si Josefina Vázquez Mota obtuvo, como abanderada del PAN y en los últimos comicios federales, doce millones setecientos mil sufragios, es una catástrofe haber reducido, en un año diez meses, el núcleo duro del partido de derecha por antonomasia que llegó a sobrepasar, en el clímax del poder presidencial, al millón y medio de afiliados. La burocracia, sin duda, camina según soplen los vientos y eso ha quedado más que evidenciado en la fuga de elementos en su intento por no ser identificados ni con los fox, ella y él naturalmente, ni, mucho menos, con calderón. ¿Les confieso una cosa? Me incomoda tener que escribir en minúsculas tantos apellidos y nada sería mejor para este columnista que un presidente se ganara las mayúsculas. ¿Podré verlo algún día?

El caso es que los grandes asesores de peña nieto, entre quienes está salinas de gortari en primer plano si bien sus diligencias las hace a través de Aurelio Nuño Mayer, cortado a la medida de Los Pinos y jefe de la oficina de la Presidencia, uno de quienes forman la elite del poder peñista, nada menos. Los vínculos son tan estrechos que, desde luego, el término “intocable” se moderniza: ahora no se refiere a quienes están exentos de las acciones judiciales sino igualmente a cuantos no están cerca d la residencia oficial; y, en este sentido, salinas está a la mano, puede tocarse y nadie debe argüir lo contrario ante las mil evidencias. Esto es, claro, para quienes alegan, como yo, que peña miente.

El hecho es que el moderno Maquiavelo va venciendo al Torquemada del presente, el cínico represor manuel bartlett –así lo bauticé cuando en su condición de secretario d Gobernación mandó a la hoguera a centenares de líderes sociales y de opinión, alegando que debía reforzarse la figura presidencial, bajo el siniestro mandato de miguel de la madrid, cuyo grisáceo entorno no revelaba los hilos por él amarrados-, en la cruzada por ganar espacios y retornar a las viejas fórmulas autocráticas, sea a favor del peñismo o de una izquierda que casi gana la Presidencia –dos veces-, y ahora observa lejana la posibilidad de una candidatura de unidad dadas las condiciones que se están dando. Vaya figuras sobre el palenque de la política aunque se trate de gallos varias veces desplumados pero con el don de la ubicuidad: están en todos los sitios y con ello les crecen de nuevo las alas maltratadas. ¡Seamos solidarios!

Claro que salinas y bartlett se conocen a perfección. El segundo fue secretario de ¡Educación! durante el régimen del primero pero con escasa operatividad; y fue retirado del gabinete a la primera oportunidad siendo enviado, desarraigado y todo, al mancillado estado de Puebla -¡qué malos gobernantes han pasado por allí!-, en donde nació de casualidad porque sus orígenes son tabasqueños; no se olvide la poca airosa salida de Villahermosa de su padre, Manuel Bartlett Bautista, disfrazado de mujer para no ser reconocido, luego de que los estudiantes repudiaron su gobierno. El estigma ha de haber sido terrible para el joven bartlett quien arrastra el trauma hasta nuestros días. Me conduelo.

Por su parte, no olvidemos que bartlett, en uno de sus frecuentes arranques de prepotencia, intentó ganar la candidatura del PRI a la Presidencia, en 1987, poniendo sobre la mesa del señor de la madrid un sinnúmero de expedientes que comprometían seriamente al mandatario en cuanto a nexos inconfesables sin excluir los personales, como las gráficas de algunos festines en donde participaban colaboradores cercanos quienes, sin mujeres, se la pasaban muy bien.

Conjeturas


“No te preocupes, Rosario”… y otra vez se puso la Banda presidencial



Álvaro Cepeda Neri


I.- Como en el título de la obra de Juan Ruiz de Alarcón, se dice que “las paredes oyen”. Y es que tras salir en defensa de su titular de Sedesol y “célebre” ex perredista Rosario Robles Berlanga, Peña se aventó aquella frase para el repertorio anecdótico de los que pasan por el cargo del Ejecutivo Federal –con puras penas y ninguna gloria–: “No te preocupes, Rosario”. Y ya al abrigo de cuatro paredes y algunos mirones-oyentes, para terminar de consolarla Peña le facilitó la Banda Presidencial que ella se colocó inmediatamente. Lo dijo de cara al público y a los cuatro vientos para que los mexicanos y el mundo supieran que, en la cuota de género, Chayo es de las preferidas del peñismo. Con lo cual se deduce que la incluyó en la lista de sucesión, incluso antes que Videgaray, Luis Miranda o el mismo Osorio Chong. Recordarán que Rosario es aquella que con su ex amante Carlos Ahumada nadó en la corrupción cuando fue interina en la Jefatura del Distrito Federal; y ya como peñista, incluyó un refresco de cola en la canasta del programa contra el hambre, sólo porque su hermanita es asesora en la Pepsi.

II.- Atenida a ese “espaldarazo”, Chayo volvió a la carga con su discriminatoria amenaza racista, pues escupió a un grupo de mujeres indígenas, que el programa contra la pobreza y el hambre no iba a tolerar que tuvieran más de dos o tres hijos, porque no les entregaría el subsidio; el cual de mala leche supone, es del dinero de Peña. Craso error, pues pertenece al erario público. O sea, es de todos los mexicanos. Debido a esto, la periodista Lydia Cacho (El Universal: 12/V/14), le propinó dura filípica y el monero Hernández, fulminante caricatura (La Jornada: 4/V/14). Pero el ex perredista Ramón Sosamontes salió fallidamente en su defensa. Y es que la dueña del dinero de los mexicanos enseñó el cobre de su ética política antidemocrática. Y muy al estilo de la ideología de los gachupines y como si después de 500 años, la Conquista no hubiera terminado, llevó a las mujeres indígenas a su santa inquisición recriminatoria.

III.- Pero ella se sabe segura en su cargo. Y es que mientras Peña anduvo de precampaña, Rosario fue su asesora para chismearle todo lo relacionado con López Obrador, ayudada por Los Chuchos y con el camouflage de presentarse como “periodista” en el programa de José Cárdenas. Se ganó a Peña y éste le pagó con creces. Así que sus equivocaciones, tropiezos y vociferaciones no tienen importancia. Y al dejarla usar la Banda Presidencial, Peña deja entrever que a la mejor es la “escogida”. Y que se podría adornar dejando, en lugar de un rey sexenal, a una “reina”. Como vaya a suceder, Peña nuevamente apapachó a la Robles en el Día de las Madres; quien sin ser la “Gaviota”, echa a volar sus ambiciones y se sueña candidata del PRI, como nueva “mamá Carlota”. Tal vez sólo fue para hacerla “presidenta por unos minutos”. O tal vez esté en la lista de relevos para cuando las leyes secundarias sean aprobadas. Por lo pronto, suena bien lo de “no te preocupes, Rosario”… aunque sus cercanos la ven preocupada.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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