viernes, 14 de junio de 2013

EDITORIALES










Mujeres y Salud Mental




Síndrome de Indefensión Aprendida: el monstruo de la violencia


Alejandra Buggs Lomelí*



Una de las historias más escalofriantes que conocimos en México en 2011 fue la protagonizada por Jorge Antonio Iniestra, el llamado “Monstruo de Iztapalapa”, y Clara Herrera, quien después de denunciar las atrocidades cometidas por Jorge, su ex pareja, de víctima ha sido considerada como victimaria por las autoridades capitalinas.

En 2004 Clara se enamora de Jorge, quien es 10 años menor que ella, y quien muestra un visible trastorno severo de personalidad claramente identificable para las y los profesionales de la salud mental.

Establece con Jorge una relación codependiente de pareja, entregándole prácticamente su vida y la de sus hijas e hijo, a quien en un principio ella consideraba una buena persona.

Clara, quien desde sus 10 años sufrió vejaciones, replica el patrón de violencia en una primera relación basada en el maltrato y el abandono de su pareja.

Para entonces ya tenía a su hija Gabriela, su primogénita, después se casa y tiene a Rebeca y a Ricardo. Durante los años que estuvo casada sufrió toda clase de insultos, humillaciones y golpes por parte de su pareja alcohólica, quien también la abandona.

En 2004 conoce a Jorge Iniestra, quien la invita a salir y comienza a cortejarla; la lleva a lugares que ella consideraba “lujosos” y que a Clara deslumbraban por no estar acostumbrada a visitarlos.

Después de siete años de una “relación” en la que Clara fue obligada por Jorge a darle su dinero, y amenazada con matar a sus hijas e hijo si no le permitía abusar de ellas, violándolas y abusando física y psicológicamente de ellas, alejada de su familia y amistades, Clara ya no pudo más y en 2011 se arma de valor para pedir ayuda a una de sus hermanas y denunciar para rescatar a sus hijas de su secuestrador y violador.

Quizás después de conocer la historia de Clara habrá quien le cuestione el hecho de por qué tardó tanto tiempo para tomar cartas en el asunto y denunciar; habrá otras y otros más quienes pudieran tacharla de cómplice en el abuso de sus hijas y maltrato de su hijo.

Revisemos la historia desde una visión psicológica con perspectiva de género: El tema de la violencia es sumamente delicado y lo es aún más si no tomamos en cuenta que las personas expuestas a situaciones de violencia continua construyen un mecanismo inconsciente de defensa, que les lleva a aguantar todo tipo de situaciones.

Lo anterior no justifica ciertas acciones, sin embargo nos permite comprender por qué a veces la víctima no es capaz de moverse de su encierro o de la situación violenta por terrible que ésta sea.

Es importante aclarar que cuando me refiero a este tipo de mecanismos no hablo de una persona que sufrió aisladamente un hecho de violencia.

Sino al contrario: me refiero a cuando la agresión y la mentira han sido parte de toda su vida; si somos conscientes de la humillación que esto implica entenderemos por qué les creen a sus victimarios y siguen a su lado.

Este mecanismo tiene nombre, se llama “Síndrome de Indefensión Aprendida o Desesperanza Inducida”, y es una condición psicológica en la que la víctima de violencia aprende a creer que está indefensa, que no tiene ningún control sobre la situación en la que se encuentra y que cualquier cosa que haga es inútil. 

Como resultado de un proceso sistemático de violencia, la víctima permanece pasiva frente a una situación dañina, incluso cuando dispone de la posibilidad real de cambiar estas circunstancias. 

Los síntomas depresivos que padecen estas mujeres se manifiestan fundamentalmente en apatía, pérdida de esperanza y sensación de culpabilidad. 

Este síndrome es una “adaptación psicológica”, una salida que encuentran las víctimas para procesar tanto dolor a lo largo de toda su historia.

Cuando se ha sufrido violencia de cualquier tipo, ciertas situaciones se presentan ante las víctimas como “sin salida”, y antes de intentar cualquier acción para revertirla se asumen en pleno convencimiento de que nada se puede hacer para mejorar dicha realidad, que no hay otra salida, más que la que han optado.

Tras fracasar en su intento por contener las agresiones, prevenirlas, evitarlas o alejarse de ellas, y en un contexto de baja autoestima que se refuerza cotidianamente ante la incapacidad por acabar con esa situación, las víctimas asumen lo que les pasa como un castigo merecido. 

Nadie podrá ayudarlas a salir, ni a cambiar sus vidas…

Y cuando lo hacen ayudadas como Clara por su hermana, se enfrentan a un sistema judicial que no toma en cuenta las subjetividades del caso y se deja llevar sólo por las capas más superficiales.

El silencio es uno de los principales obstáculos a los que una mujer víctima de violencia se enfrenta, el silencio hacia sí misma y hacia las y los demás.

Reconocerse como víctima y “traicionar” al que ha sido su compañero, asumir el juicio social, sentirse responsable de las agresiones, la falta de perspectivas personales y económicas, son factores psicológicos y sociales nada fáciles de encarar, que mantienen en la mujer el efecto de la terrible lacra que es la violencia.

Será importante en el caso de Clara y de todas las mujeres víctimas de violencia que han logrado salir de esa situación y denunciar, que las autoridades encargadas del caso tomen en cuenta las particularidades de su historia de vida, el género al que pertenece viviendo en una sociedad patriarcal y los delgados hilos de los efectos subjetivos tan devastadores que las situaciones de maltrato y violencia pueden generar.

Se debe evitar que las mujeres víctimas se conviertan en victimarias, para que a lo largo del caso se les proporcione el apoyo psicológico y psiquiátrico necesario y principalmente se respeten sus Derechos Humanos en un afán por no repetir patrones de violencia en nombre de la justicia.


*Psicóloga clínica, psicoterapeuta humanista existencial, especialista en Estudios de Género, y directora del Centro de Salud Mental y Género.



Conjeturas





Granier: el huracán de la corrupción que devastó a Tabasco



Álvaro Cepeda Neri



A partir del uno de diciembre del año pasado y al cumplimiento del primer semestre del año en curso, no debe caber la menor duda que el peñismo asume las consecuencias del calderonismo y más si no encauza a Felipe Calderón a un Juicio Político ante el Congreso de la Unión, y después a un juicio penal para que responda de sus abusos, indolencias y corrupción. Asimismo, al gobierno y administración federal peñista le corresponde, con el actual gobernador de Tabasco y su Congreso estatal, presentar al ex desgobernador de esa entidad, el tal Andrés Granier Melo, para que dé cuenta y razón de su mal gobierno; de sus raterías, de las de sus hijos (¡ah, los nuevos juniors!) y de sus compinches, que saquearon al pueblo de ese estado y lo dejaron en el desastre total. Granier es del PRI, y por esto con más razón le toca al “nuevo” PRI dar un ejemplo con él y seguir con Fidel Herrera, Sabines, Ulises Ruiz, los ex desgobernadores de Morelos, Michoacán, Jalisco, Colima, etc.

Granier fue un huracán de corrupción. Un ladrón. Raterazo. Tenga o no los miles de trajes, de pares de zapatos o de mansiones de que presumió, es un pillo que debe ser sometido al imperio de la ley penal y de la de Responsabilidades de los funcionarios. Robó hasta hartarse. Y todavía borrachín (como el alcohólico de Calderón), hizo alarde de sus robos y alarde de cuanto se compró en tiendas estadounidenses. Cínicamente confesó su corrupción. El peñismo debe presentar a Granier, por medio de la PGR, pues Arturo Núñez (compadre del ratero y que se tardó en proceder), ya puso la demanda y denuncia de los hechos y las cajas repletas de casi cien millones de pesos.

Andrés Granier no es simplemente presunto responsable de: ejercicio indebido de servicio público, abuso de autoridad, coalición de servidores públicos, uso indebido de atribuciones y facultades, ejercicio abusivo de funciones, peculado y enriquecimiento ilícito; delitos que saltan a la vista pues ha sido sorprendido “in flagrante delicto” o sea con las manos en la masa, y que van más allá de la presunción del delito. Granier y sus compinches se apoderaron del dinero del pueblo de Tabasco y no deben quedar en la impunidad. Si la promesa de combatir la corrupción por la que tanta alharaca hace el peñismo va en serio, con él ha llegado la hora de sentar en el banquillo de los acusados a otros pillos que roban al amparo del poder público.

Ese desgobernador resultó peor que los huracanes que han devastado a Tabasco y mucho peor que las inundaciones que han padecido sus habitantes. Pues su saqueo fue infame. Granier es un ratero. Un vil delincuente. Y si no lo encarcelan y lo someten a juicio penal y político, entonces la Nación y con ella Tabasco y sus habitantes, tendrán la palabra constitucional contra todos esos ladrones que, al no haber gobernado en beneficio de los tabasqueños ni del país, tienen el derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno, porque el actual ya traicionó a los mexicanos al interrumpir la observancia constitucional.




Desafío

 

Rafael Loret de Mola


*Cuidado: Teléfono



*Fascismo “Moderno”



*De Rojos y Franco


El adelanto llegó con George Bush junior, el intocable texano que pudo salir de la Casa Blanca casi indemne de cuanto se le acusaba, incluso el bárbaro genocidio de Afganistán e Irak, en donde jamás se encontraron las armas químicas que fueron el pretexto para la invasión –no se hablaba, en principio, de derrocar a Saddam Hussein, presentado después como un engendro demoníaco quien vivía a todo lujo e incluso defecaba en excusados recubiertos con oro-, y el flagelo impuesto a innumerables naciones, como México, no encuadradas en el círculo de “amigos” por no haber apoyado la incursión armada, desproporcionada, al Medio Oriente con un propósito esencial, revelado por Teresa de Kerry la esposa multimillonaria de John Forbes Kerry, el actual secretario de Estado de los Estados Unidos.

Bush hijo –va sonando mejor si completamos el término-, dispuso que en materia de persecución de terroristas y narcotraficantes era válido urdir una red de espionaje que incluyera hasta la posibilidad de sospechar del vecino y denunciarlo si observaban alguna conducta digamos “anormal”; tal dio, como consecuencia, una explosión de xenofobia que fue acrecentándose sin remedio hasta llegar a ser rutinaria. Incluso algunos empresarios multimillonarios mexicanos fueron sobajados en las aduanadas por su mero origen y apariencia, actitud ofensiva que debieron sufrir... hasta algunos legisladores de entonces, entre ellos Enrique Jackson, desnudado en el aeropuerto de Los Ángeles sin que a nadie le importara su condición de senador y la razón de su presencia en California, en visita oficial. El racismo tiene vertientes muy sórdidas en la nación más poderosa del planeta que, por ahora y en apariencia, encabeza el presidente de color, Barack Obama. ¿Paradójico o parte del juego de las simulaciones? Me inclino por lo segundo. 

Por supuesto, el gobierno mexicano tiende a la imitación burda hasta en la designación misma de nuestro país. Una cosa es el federalismo, bastante acotado en la praxis, y otra, muy diferente, mencionar a los “Estados Unidos Mexicanos” a la par con los del norte aun cuando el anterior mandatario, felipe calderón –minúsculas-, intentara vestirse de héroe proponiendo llamar sólo México a la patria cuando sabía que la iniciativa no podía tener futuro al convocarla al cuarto para las doce de su violento sexenio. Pero también en cuanto a algunos puntos y artículos de la Constitución existen elementos cercanos a los de la Unión Americana si bien el Constituyente de Querétaro supo crear ciertos candados para evitar infiltraciones de otras naciones, negando, por ejemplo, la posibilidad de que llegaran a la Presidencia algunos descendientes de extranjeros. Con las reformas recientes, el texto quedó más confuso: sólo pueden llenar el requisito quienes son hijos de madre o padre mexicanos, no quienes descienden d sendos consortes nacionales. Por supuesto, nadie hace caso del absurdo galimatías y las cosas se mantienen como si nada, en el limbo. No obstante, tal es una buena muestra del absurdo en el que caemos, con frecuencia, a causa de esta tendencia lacayuna a admirar cuanto nos viene del norte.

Así debe haber pensado, como muestra, el deplorable Genaro García Luna, quien desde su estadía en el CISEN durante nueve años, entre 1989 y 1998, hasta convertirse en director general operativo de la Agencia Federal de investigaciones a partir del arribo altisonante de la derecha al poder presidencial. Es importante el dato porque demuestra hasta donde este personaje pudo filtrar información trascendente para facilitar el arribo de Vicente Fox a la Primera Magistratura cuando todavía no se decidía a convertirse en empresario marihuanero. ¿Meras casualidades? Pues no me lo parecen, la verdad, luego de conocer los instrumentos con los que la secretaría de Seguridad Pública en el sexenio anterior, bajo la férula ya del ilegítimo calderón, mantenía búnkers jamás usados, sobre Avenida Constituyentes y bajo la residencia oficial, pero con bancos de datos espectaculares, incluso de voces, acaso más efectivos que las huellas dactilares. Cuando recorrí el lugar, acompañado por otros amigos con enorme interés en las cuestiones nacionales, uno de ellos, quien había sufrido unas semanas antes el secuestro de un familiar, pidió escuchar las voces de los secuestradores de éste... y las reconoció plenamente con la satisfacción del subsecretario Francisco Niembro González, uno de los más cercanos a García Luna entonces y ahora. 

Con el visto bueno de la Casa Blanca, anunciado por Joseph Biden, el vicepresidente norteamericano con mayores atribuciones de la historia –incluso hay quien lo coloca por encima de Kerry y su Departamento de Estado lo que jamás había ocurrido-, los teléfonos en los Estados Unidos, incluyendo celulares y hasta el mundo cibernético, esto es Google y Facebook, son susceptibles de ser intervenidos a capricho de las autoridades bajo el justificante de que sólo de esta manera pueden detectarse las presuntas actividades de los terroristas –algunos de los cuales han ingresado al territorio norteamericano por la puerta del sur, esto es por México y su frontera de tres mil 185 kilómetros-, y/o de los narcotraficantes, los elementos que per se “justifican” el permanente acoso militar y civil –los minutemen- contra los llamados indocumentados mexicanos en una postura francamente hipócrita: los necesitan por su fuerza laboral pero abaratándolos al perseguirlos con la misma clandestinidad con la que ingresan al poderoso e intratable vecino. Siempre perdemos, claro, salvo por las constantes “cartitas” de protesta que no mueven el menor hilo sentimental. 

Por supuesto, estas decisiones policíacas darán lugar, dentro de muy poco, a que se extiendan a México con el beneplácito de la Presidencia y su órgano de represión oficial, legal claro, que todavía está en el aire en cuanto al organigrama por la pereza y la actitud chantajista de no pocos legisladores. No puede hablarse de Gendarmería nacional mientras no se resuelva el álgido tema de las soberanías estatales que, en realidad, no son tales: debiera hablarse de autonomías porque, de acuerdo a la descripción oficial, soberanía es el poder que no reconoce a otro superior y no es, desde luego, el caso: las entidades federales aceptan la jerarquía mayor de la Constitución General de la República y las obliga a ser dependientes de ésta. Cuando menos, los legisladores debieran salir de este letargo, como otros, que duermen bajo la pesadilla de los absurdos.

No se olvide que, como tal, el espionaje telefónico y videofilmado inició cuando la trinca de mujeres con gran poder, en 2004, Marta de Fox, Elba Esther Gordillo y Rosario Robles Berlanga, idearon la manera de doblegar a Andrés Manuel López Obrador exhibiendo la injustificable avaricia y ambición de algunos de sus más cercanos colaboradores, su tesorero en el gobierno del Distrito Federal, Gustavo Ponce Meléndez, fue filmado apostando en Las Vegas millonadas; con ello, además, iniciaba el “periodismo autodidacta”, una nueva especialidad surgida del uso de celulares con cámaras fotográficas y de vídeo. Luego, con otra metodología, cayó en redondo René Bejarano Martínez, el más cercano de los operadores políticos de Andrés Manuel. La catapulta se inició, claro, a través de los servicios, entre otros, del extinto Ramón Martín Huerta y del ya citado García Luna, el ahora intocable señor de la Florida. Dicen las malas lenguas que en los lugares recreativos de esta región podría inaugurar su propio parque de cocodrilos y mapaches para felicidad de los adoradores de los animales... quienes luego se los comen. 

Desde entonces, el espionaje es una suerte de seguro del gobierno contra cuanto pueda incomodarlos, no sólo en busca de criminales –secuestradores y narcotraficantes, en ese orden-, sino también para vigilar los andares de sus críticos, opositores significativos –no los cooptados porque esos tienen ya otra medida-, y personajes que sirven de “puentes” entre algunos funcionarios, cada día más, y los mayores “capos” a quienes conviene manejar alcaldías y gobiernos claves para disponer de poder territorial a sus anchas, sin el menor apuro. Y así hasta nuestros días cuando, por si fuera poco, el acercamiento de los presidentes de México y China podría arrastrar acuerdos soterrados entre las mafias de ambas naciones en plena efervescencia. De otra manera, ¿cómo es que México se convirtió, no hace mucho, en productor de opio? No pocas veces al pensar mal se acierta... aunque se pierda el optimismo. 

DEBATE

Es por demás preocupante –y debemos decirlo ahora-, la tendencia en distintos países a favor del fascismo; no hace mucho, un sujeto se presentó ante un juzgado en Alemania con el uniforme y la apariencia del füerher... y causó más expectación fuera y no dentro de la nación de los germanos, quienes dos veces han puesto en el abismo al mundo con sendas conflagraciones globales. No es que culpemos a los actuales miembros de la UE por el holocausto –que ha sido fundamental para el auge económico de Israel dado que el número de víctimas aumenta anualmente junto con las indemnizaciones obligadas lo que, por cierto, irrita a las nuevas generaciones de alemanitos-, sino de que retorne la filosofía que aplastó al mundo bajo la inercia de los mandos superiores y prolongados. 

La vindicación, en México, de la figura del dictador Porfirio Díaz Mori, sin considerar sus méritos militares –en algunos casos de verdadero heroísmo-, tiende a reafirmar la idea de que no es lo mismo “un gobierno prolongado y efectivo” a una dictadura de Estado. Así no los dicen ahora, al paso, algunos de los funcionarios de más alto relieve dentro del gabinete presidencial. Esto es como si el PRI, o más bien Peña Nieto, se hubiesen ya apropiado del futuro más allá de la voluntad de la ciudadanía y de la historia misma de la patria.

LA ANÉCDOTA

En Madrid, España –lo que va quedando de ella con los brotes separatistas por doquier-, se celebra anualmente una feria del libro, más popular que trascendente, en el Parque del Retiro, con todo y su pequeño lago mucho menor al de nuestro Chapultepec. El caso es que para este fin se arman casetas para cada editorial y para cuantos deseen vindicar incluso, a través de pasquines de escasa circulación, sus posiciones políticas.

Y me tocó observar a una señora ignorante, de origen español pero nacida en México, insistir en que quería tener discos con los cánticos republicanos porque su padre había pertenecido a este sector... pero no se dio cuenta de que había acudido al espacio de los franquistas, en donde se ensalza aún hoy la figura del nefasto “caudillo” responsable de un número indeterminado de asesinatos clandestinos –no hablo de las bajas de la guerra sino de los crímenes de su largo periodo de mando extendido a treinta y seis años-. La respuesta fue terrible:

--Señora...aquí la República no existe.

--Por supuesto que sí; mi padre luchó por ella.

--Pues tanto mejor para usted: está viva a pesar de la estupidez de sus antecesores.
Criterios como éste pululan de nuevo en la Europa del “Cuarto Reich” encabezado por Ángela Merkel. ¡Ah! Olvidaba un detalle importante: varios de los nuevos reclutas del franquismo -¿podríamos señalar igualmente al actual presidente Mariano Rajoy Brey?- llevaban el brazalete con la suástica de los nazis. 

Cuidado: no cometamos la torpeza de mirar hacia la lejanía creyendo que los efectos nunca nos llegarán; siempre lo hacen, por desgracia. Más ahora cuando los venidos de allende del mar son tratados como príncipes en México, con cargos de primer nivel, mientras en España, 6 millones 200 mil desocupados exhiben la miseria de un modelo que ya no funciona. Y otra vez se dejan caer sobre este suelo, en plan de reconquista, tantas veces ensangrentado por sus antepasados.

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