viernes, 18 de enero de 2013

EDITORIALES






Conjeturas




Que los de las transacciones son transitorios a corto plazo


Álvaro Cepeda Neri

Mientras Mancera, Videgaray y Osorio se preparan para la sucesión presidencial del 2018 (el PAN quiere postular a… ¡Calderón, pero María Luisa, alias Cocoa!), los integrantes de los equipos, que no son gabinetes como se dice con superficialidad, sino secretarios del despacho en el caso de Peña, colaboradores respecto a Mancera y muy bien pagados miembros de la transición, están advertidos que serán transitorios. Sólo se quedarán si dan resultados en el corto plazo de un año. En cuanto tomó posesión, Mancera fue invitado a Palacio Nacional y se puso de acuerdo con Peña. Ideológicamente pertenecen a la derecha política, pues Mancera nada tiene de perredista, salvo su marca chuchista. Y Peña es de centro-derecha con resabios del Opus Dei, en cuyas escuelas se formó (su libro de cabecera es: Camino, mejor conocido como “el opus” o “la obra”, una especie de “omerta” o ley del silencio escrito por el fundador de esa asociación religiosa: José María Escrivá).

Algunos panistas brincaron al priísmo, entre ellos varios directores de Comunicación, como en el Senado y la Cámara de Diputados federales, donde Carlos Olmos Tomasini y Manuel Argüelles, peones de “Max” Cortázar, son los mandamás y controlan el botín del presupuesto para propaganda que otorgan a sus amigos y cómplices). Pero corre el rumor de que no durarán más de un año. Van de paso, pues Peña los nombró con la condición de que sean eficaces. Que den resultados. Tal vez los únicos que tienen garantizado el sexenio sean Videgaray y David López, éste aún con su adicción etílica. El resto transita en el filo de: “la haces bien o te vas”.

Peña quiere lucirse en su presidencialismo obregonista-lópezmateista con el sello de Atlacomulco, donde lo empollaron, con sus dos asideros: Salinas y Montiel y la asesoría de Televisa. Hasta el momento es un presidente producto de los acontecimientos, no un político creador de ellos para su promesa de mover a los mexicanos con la mitad de la frase de Echeverría: “adelante”, que ha estado usando. 

No es una cabeza política, ni la tiene entre sus peñistas-priístas; lo que no debe ser motivo para no aspirar a ser un político (que no demostró en su gobierno mexiquense), capaz de valorar a sus empleados de primer nivel y deshacerse de los que no sirvan en su periodo de prueba y que en un país como el nuestro ni ese se debería permitir.

El largo período entre las elecciones y la toma de posesión, no fue suficiente para probarlos. Ahora deben ser transitorios en los cargos y demostrar que son capaces de cumplir con sus obligaciones constitucionales, pues el único derecho que tienen es cobrar su quincena y entregarse a sus tareas día y noche, pues aceptaron codirigir las ejecuciones que les corresponden en el presidencialismo. Pero si como Calderón, Peña mantiene a sus colaboradores por amistad o los renueva con otros amigos, debe prepararse la Nación, con sus problemas, desgracias de inseguridad (van más de 2 mil homicidios por la delincuencia), desempleo y creciente pobreza, para una crisis nacional que exigirá el relevo de la cabeza presidencial.





Desafío



Rafael Loret de Mola


*Con Sombrero Ajeno

*Predadores Cínicos

*Una Apuesta Ibérica


Hace cinco años, al visitar el Museo del Holocausto en Israel, el entonces presidente de los Estados Unidos, el junior George Bush, se dijo conmovido con las exposiciones del horror nazi y se permitió una sentencia:

--Esto demuestra –dijo- que el mal existe.

Por supuesto, en tal perspectiva él pretendía representar al bien. Fuera de esta escena los valores están cambiados y Bush es observado, todavía ahora, como el engendro de la perversidad que se proyecta hacia las invasiones, las guerras y los amagos con los que la gran potencia universal domina la perspectiva universal. La misma visión fatalista desde extremos opuestos para sostener el dilema más arraigado de la humanidad: ¿en dónde reside el bien y en dónde el mal?
Hace poco menos de nueve años, Teresa de Kerry, la esposa del aspirante demócrata a la Casa Blanca que fue derrotado por el reelecto Bush, John Kerry, ahora nuevamente rehabilitado por Barack Obama al designarlo como próximo secretario de Estado en sustitución de Hillary Clinton a partir del inminente 20 de enero,

aseveró que el origen de la postulación de su marido debía cernirse al imperativo de romper con un círculo vicioso: extender el belicismo para asimilar las reservas petroleras mundiales, esto es el verdadero origen del conflicto en Irak y el consiguiente descabezamiento de su gobierno tiránico. No eran los excesos de Saddam Hussein los que impulsaban la falsa demanda de justicia para justificar la invasión estadounidense sino la ambición por asegurarse el crudo y el poder real, por un siglo más cuando menos, lo que impulsaba a los estrategas del Pentágono alentados por un clan desorbitado.

John Kerry perdió aquellos comicios sin que pudiéramos conocer si, de verdad, entre los demócratas existían opciones reales para adecentar la perspectiva mundial salpicada por las ejecuciones, los atentados suicidas, el cobro incesante de víctimas inocentes y la despiadada exaltación de la tortura en las cárceles y bases norteamericanas. Todos los días, sin cesar uno solo, la contabilidad de los muertos de Bush aumentaba. Pese a ello, el personaje no desperdició oportunidad para subrayar su fuerza incluso en los territorios convulsos. Por ejemplo, durante una de sus giras al Medio Oriente, todos los contrastes tuvieron lugar.

En Jerusalén, colapsado por aquella visita, el gobierno decidió mantener a oscuras a un amplio sector de la ciudad, el este, para que el mandatario pudiera disfrutar, desde su palaciega suite, el luminoso amanecer que tanto evocaba en sus recuerdos. El destino se interpuso: el día previsto para la contemplación amaneció con una niebla espesa tal que la agenda del mandatario se vio afectada por no poder utilizar siquiera el avión de la Fuerza Aérea Estadounidense marcado con el uno emblemático. Y debió proseguir por tierra encontrándose con los deplorables retenes israelíes dispuestos para aislar a los palestinos.

En el año 2000, este columnista atravesó la misma ruta y pudo observar las tales aduanas militares para llegar a la bíblica Belén. Una pareja de jóvenes, de origen vasco, fue sometida, sin otra razón que su origen, a ofensivos interrogatorios antes de permitirles el paso. Ella, muy molesta, no pudo contener una sentencia final:

--No puedo comprender por qué en donde nació Jesús priva tanto odio y hay tanta violencia.

Nadie se atrevió a esbozar una réplica. Los hechos confirmaban el doloroso panorama que, ocho años más tarde, es más denso y complejo, más amenazante, aun cuando el pretendido cancerbero universal se acercara a la Basílica de la Natividad, de culto ortodoxo por cierto, para encender velas por una paz que él ha sido incapaz de proveer en su desbordado afán por asegurar los intereses estadounidenses a cualquier costo.

¿Habrá alguien, en su sano juicio, que considere a Bush junior un pacifista marcado por el idealismo? ¿Le propondrán, ya en su retiro, para el Nobel de la Paz ahora que el galardón ya tomó sesgos estadounidenses al premiar al ex vicepresidente Al Gore por sus afanes sobre el cambio climático que él fue incapaz de atajar cuando desempeñaba funciones públicas específicas y ni siquiera se animó a signar el llamado Protocolo de Kyoto a favor del medio ambiente?

Las distorsiones no cesan bajo la férula de los poderosos de hoy.

DEBATE


La línea de las grandes simulaciones encuentra en México dos vertientes excepcionales. En realidad los espejismos se han mantenido siempre si bien en sendos casos desbordaron todas las expectativas.

El primero se dio durante el régimen de Ernesto Zedillo a quien no ha alcanzado la justicia. En este renglón, entre los ex mandatarios, sólo Luis Echeverría fue exhibido para solventar el magro expediente de la “fiscalía especial” sobre los crímenes del pasado. Los demás, con cargas mayores, siguen recibiendo el calor de la impunidad aun cuando existen testimonios de sobra para proceder contra los ex presidentes predadores.

¿O no hay evidencias sobre la infección sufrida por las instituciones, infiltrada por los “cárteles”, durante la deplorable administración de Miguel de la Madrid cuando, además, se produjeron casi ochenta asesinatos de periodistas jamás resueltos a satisfacción? ¿Y acerca del uso de la parafernalia oficial en los magnicidios de 1993 y 1994 que modificaron, acaso con el aliento de Carlos Salinas, el perfil histórico del país? Las revisiones ni siquiera se atreven a incomodar a estos grandes protagonistas de la vida pública.

Sobre ellos, sin embargo, privan quienes navegan con aire de triunfadores al sentirse intocables. El primero, a quien nombré el “gran simulador”, es Ernesto Zedillo, quien habilitó la consumación de la primera alternancia ofreciéndosela a la Casa Blanca con tal de ser protegido por ésta mientras dure su existencia. No faltan, entre los dirigentes de la derecha, quienes asumen que el papel de este personaje fue “fundamental” para el buen aterrizaje “de la democracia” en 2000.

De haber sido así, ¿por qué nadie se refiere al telefonema de Zedillo al entonces embajador norteamericano, Jeffrey Davidow, al mediodía del 2 de julio de 2000, solicitándole avisar al presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, que intentaría frenar el curso de los acontecimientos, acaso anulando unos comicios que se le habían salido de control? La versión sobre este incidente fue publicada en 2002 –Confidencias Peligrosas, Grijalbo-, bajo mi autoría, y jamás ha sido desmentida. Ya tiene fe pública, al cumplirse seis años de su divulgación, como suelen asentar los notarios.

Pero nadie osa inquietar al ex mandatario que sigue acumulando salarios en las compañías, como la ferrocarrilera Union Pacific, a las que sirvió durante su periodo deleznable. La simulación resulta extrema y vergonzosa.

Y otro tanto abona el jilguerillo de San Cristóbal, Vicente, alentado por su entrañable consorte –quien no cesa de reclamarle por no haber logrado para México la exaltación presidencial del primer matriarcado sin más consumación que la ambición por el poder-, en sus imparables periplos por los foros empresariales que gustan de escucharlo y tener motivo para el divertimiento institucionalizado. La fraseología del señor Fox es abundante en anécdotas que luego son convertidas en los elementos sustantivos para alegrar las densas reuniones de los prohombres del dinero. Un bufón, digámoslo sin eufemismos, cortado con la simpleza del siglo XXI. La aristocracia universal sigue procediendo igual que la del medioevo.

Pues bien, el señor Fox también aduce ser demócrata cuando cayó en el garlito de imitar los vicios del priísmo hegemónico, tantas veces denunciados por él, con tal de asegurar la continuidad de la derecha en el ejercicio presidencial. Y no sólo eso: proveyó de condiciones para que la rectoría política quedara en manos de cuantos ostentan el poder económico y se presentan como los intocables, los mismos que fueron cómplices del viejo régimen para el aseguramiento de una “estabilidad” centrada en los valores entendidos, entre ellos la permanente especulación que los provee de ganancias multimillonarias cuando los demás, el círculo rojo formado por quienes sobreviven al día, enfrenta la paulatina merma de su poder adquisitivo.

Tales simuladores, como Bush, saludan con sombrero ajeno y dicen ser exactamente lo contrario de cuanto son.

LA ANÉCDOTA


En noviembre pasado se cumplió un año desde la asunción presidencial del franquista Mariano Rajoy Brey al gobierno de España.

Un economista, amigo de esta columna, previó un desenlace más que complicado que no se dio aunque sí la crisis asfixiante que mantiene a cinco millones de parados en las calles. Cuando no hay pactos poselectorales, la Constitución hispana señala que el Rey, de no formarse gobierno con el aval de una mayoría parlamentaria definitoria, puede inclinarse por estructurar un régimen de coalición... sin las dos figuras centrales de cada uno de los partidos más votados.

Una suerte de tercería, muy similar a la que se está dando en Venezuela, en el otro extremo de la democracia. Y México ni siquiera llega a este nivel.

**Es la hora de rescatar la política exterior de México, arrinconada y sobajada por la derecha acaso desde aquella tormentosa cumbre de Monterrey en la que Fox mandó a su casa al cubano Fidel Castro. Pero desde antes nos habíamos extraviado por la ligereza de los cancilleres, casi improvisados o dotados sólo de soberbia. Los nuevos embajadores deberán responder a esta inquietud antes de que seamos sólo el cabús de la locomotora latinoamericana.

email: loretdemola.rafael@yahoo.com




De Frente y de Perfil





Rendición de cuentas



Ramón Zurita Sahagún

Hace algunos años se desató la polémica sobre el salario de los servidores públicos, donde los Ministros de la Corte, Consejeros del IFE y otros más sobrepasaban en percepciones a las del presidente de la República.

Se acordó entonces que nadie podía recibir salario más alto que el Ejecutivo federal, por lo que se buscarían los mecanismos para el ajuste de salarios.

Ahora que los miembros del gabinete presidencial y el propio presidente, Enrique Peña Nieto, rindieron su declaración patrimonial, queda claro que eso no sucedió y que los secretarios de Defensa y de Marina cobrarán percepciones más altas que las del Ejecutivo federal.

Pero no solamente eso, sino que los salarios de los servidores públicos tendrán un extra que es lo correspondiente a los riesgos que corren en sus respectivas labores.

Ese extra viene siendo un equivalente a los bonos de fatiga que hace seis años gestionó para los miembros de su gabinete el entonces gobernador de Tabasco, Andrés Rafael Granier Melo.

Agotados, tal vez, por el calor imperante en esa zona, los funcionarios tabasqueños recibían un bono considerado de fatiga, que funcionó durante los cuatro primeros años de gobierno y después de ello se prefirió ocultarlo, aunque continuó distribuyéndose entre los cercanos al gobernador.

Hoy, la ciudadanía exige transparencia y rendición de cuentas en todos los niveles de Gobierno, para conocer de cerca los haberes de cada uno de los servidores públicos.

Fue por eso y basado en la legislación vigente que establece que los nuevos servidores públicos deben hacer su declaración patrimonial antes de que transcurran los primeros 60 días de sus nombramientos que el propio presidente peña Nieto y los principales colaboradores cumplieron con el requisito.

Sin embargo, quedan algunas dudas, ya que las declaraciones que hicieron fueron sobre el total de bienes con que cuentan, aunque no del monto, ni mucho menos de la ubicación, estableciendo que fue por arzones de seguridad.

Con todo y ello, ahora sabemos que el presidente Enrique Peña Nieto cuenta con cuatro casas, cuatro terrenos y un departamento, además de joyas y obras de arte, un fondo de inversión y posesión de monedas y metales y que no tiene adeudo alguno. Su salario mensual es de 193 mil 478 pesos, más los extras ya mencionados.

Los secretarios de Defensa, Salvador Cienfuegos, y de Marina, Vidal Soberón, tienen un salario de 200 mil pesos, aunque el Almirante gana 132 pesos más que el Divisionario. El militar le gana al marino en propiedades, ya que tiene cuatro casas, mientras que el otro solamente dos.

Miguel Ángel Osorio Chong cuenta con cuatro terrenos y un departamento y un salario de 151 mil pesos y el de Hacienda, Luis Videgaray Caso tiene una casa que compró de contado en octubre del año pasado y gana 6 mil pesos menos que su homólogo de Gobernación.

El Consejero Jurídico de la Presidencia de la República, Humberto Castillejos Cervantes, gana más que los titulares de Gobernación y de Hacienda, ya que percibe 151 mil 365 pesos.

Pero en ese terreno lo supera Emilio Chuayffet Chemor, secretario de Educación Pública, con salario 168 mil pesos y con todo y que fungió como secretario de Gobernación, gobernador del Estado de México, primer director del IFE, procurador del Consumidor y otros cargos más, solamente declara una casa y un terreno.

Llama la atención que los directores de CFE, Francisco Rojas Gutiérrez, y de Conagua, David Korenfeld, perciban mayores ingresos que la mayor parte de los secretarios del gabinete, sin pertenecer a él, mientras que el director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, se encuentre debajo de ellos por 22 mil con el de Conagua y 30 mil con el de CFE.

Precisamente Lozoya es quien declara tener una fortuna en obras de arte, un Picasso un Dalí y cuatro más del oaxaqueño Luis Zárate.

Sin que sea una política de discriminación, llama la atención que las tres mujeres del gabinete, Rosario Robles Berlanga, Desarrollo Social; Claudia Ruiz Massieu, Turismo y Mercedes Juan López, Salud, tengan percepciones de 124 mil peeros mensuales, las más bajas de todas las del primer nivel del gabinete.

El ejercicio realizado en cuanto comparativos arroja resultados interesantes y se ve que quienes tienen más tiempo en la administración pública, en los primeros niveles, no son necesariamente los que más poseen en bienes.

RELEVO EN EL IFAI


Ángel Trinidad Zaldívar es el nombre más mencionado en cuanto a posibilidades para asumir la presidencia del IFAI, cuya gestión a cargo de Jacqueline Peschard llega a su término hoy.

Trinidad Zaldívar cuenta con una amplia y transparente carrera dentro del organismo, donde fue cuatro años secretario ejecutivo y tres más como comisionado.

Su desempeño le ha merecido reconocimientos dentro y fuera del instituto, por lo que se presenta como una de las cartas fuertes para ello.

FORMAL PRISIÓN


Finalmente los militares recluidos por presuntos vínculos con el narcotráfico no fueron liberados y, por el contrario, recibieron autos de formal prisión.

El divisionario Tomás Ángeles Dauahare, así como el también general Roberto Dawe, son los más conocidos de los militares detenidos y que han sido vinculados con el Cártel de los Beltrán Leyva, basados en testigos de oídas y bajo protección del gobierno mexicano.

El caso de Ángeles es sumamente polémico, ya que se mencionó en distintas ocasiones que se trataba de una revancha por parte de las anteriores autoridades militares, cuya cabeza era el general Guillermo Galván Galván.

email: ramonzurita44@hotmail.com
email: zurita_sahagun@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu opinion es muy valorada