jueves, 18 de julio de 2013

EDITORIALES









Algo más que palabras



Víctor Corcoba Herrero


Más necesidad de paz que de pan

               
             


El mundo tiene cada día más áreas inseguras, motivadas en parte por una pluralidad de conflictos, que continúan expandiéndose. Multitud de personas buscan ponerse a salvo desesperadamente. A pesar de vivir en un mundo global, las dificultades de refugio no son fáciles. En ocasiones, por la burocracia. Otras, por la incomprensión. La realidad es que lo único que se oye son conversaciones que no pasan de ahí, puesto que los resultados son muertes y brutalidades. Verdaderamente, cada día vemos más gente atrapada por enfrentamientos inútiles dispuesta a huir a otras zonas más pacificas. A mi juicio, tenemos más necesidad de paz que de pan. De ahí, la importancia de trabajar constructivamente para alcanzar un consenso que permita avanzar por la vía de la concordia y de una armónica inclusión cultural.


Indudablemente, precisamos tanto como el pan de cada día, poder vivir serenos, porque sin calma hasta el mismo pan se nos atraganta o nos resulta amargo. Además, la comunidad internacional tiene el deber de frenar los conflictos, que además suelen ir aparejados de mil desórdenes, con una fuerte carga de inhumanidades, donde la violencia sexual en personas inocentes suele causar grandes estragos. En todo caso, este tipo de hechos no pueden quedar impunes. De lo contrario, sin esa obra de justicia y, a la vez, de amor al desconsuelo del sufriente, va a ser dificultoso poder avanzar hacia una reconciliación. Realmente, tengo la convicción de que un orden quebrantado no queda restablecido, si no es activando entre sí la rectitud con la clemencia. Lo cierto es que no podemos vivir en la contienda permanente, tenemos que ser personas de luces y acuerdos, sobre todo si, en verdad, queremos recuperar la tranquilidad del orden con la serenidad del alma. Ahora bien, ese clemencia en modo alguno se contrapone con la justicia, puesto que si no se repara el daño causado, el problema va a seguir.


Sin duda alguna, el hambre de paz es tan dura como el hambre de pan. Por desgracia, en estos últimos años lejos de decrecer los conflictos, a mi manera de ver han aumentado. Hay demasiado odio sembrado que impide que crezca el auténtico amor. Se desprecia la vida humana como jamás. Y el terror ha tomado carta de naturaleza en nuestras globalizadas vidas. Si queremos levantar de nuevo la mirada hacia otro horizonte más humano, tendremos que reemprender un camino de mayor compromiso hacia nuestros semejantes, de mayor equidad e imparcialidad, de comprensión y cooperación de todos para con todos. Y también tendremos que seguir potenciando las misiones de paz, sobre todo en los ambientes de alto riesgo, donde un gran número de personas mueren diariamente sin que nadie derrame una lágrima por ellos. Así, sumidos en la crueldad, más que caminar unidos, caminamos hundidos; como si llevásemos en la culpa, la pena.

En todo caso, nos merecemos una vida libre de conflictos, y, es por ello, que la sociedad tiene que encaminarse a no permanecer indiferente ante los sufrimientos humanos. Tenemos que cuidar más el espíritu humano que las necesidades fisiológicas del cuerpo, que también, pero los efectos desgarradores de las injusticias dejan unas heridas mucho más profundas que la propia hambre física. Como prioridad urgente, pienso que necesitamos ser restaurados de tantas maldades sembradas, porque si uno no tiene paz interior, difícilmente va a poder proyectar sosiego alguno. Justamente, el orden social será tanto más sólido cuanto más se tengan en cuenta estas realidades interiores de la persona. Para crecer es evidente que necesitamos un desarrollo más espiritual, o sea, un esfuerzo de comprensión recíproca, más interior que exterior. Bajo esta visión intimista, el camino será más llevadero, puesto que la conciliación de fuerzas irá directa al corazón. Advirtiendo, por consiguiente, que únicamente desde el alma de las cosas podemos modificar comportamientos.











El bohemio y “El Z-40”







Carlos Loret de Mola



Cuando era secretario, sorprendía a sus compañeros de gabinete durante una sobremesa o al paso de las horas en cualquier fiesta. Se hacía de una guitarra e interpretaba con notables capacidades en las cuerdas cualquiera del cancionero mexicano de principios del siglo pasado. Voz de tenor y toda la cosa.


Así, al arranque del sexenio de Felipe Calderón los altos funcionarios se asombraron de contar con un bohemio en uniforme azul oscuro del que resaltaban las medallas. Con el paso de los años, ya le pedían amenizar la plática.


El almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, el secretario de Marina del gobierno pasado, buscaba también otra música para sus oídos: no quería terminar sus seis años en el cargo sin atrapar a Miguel Ángel Treviño Morales, “El Z-40”, líder de la sanguinaria organización criminal de Los Zetas.


Cuando durante la administración federal anterior se repartieron el combate a los cárteles (la Policía Federal iría contra La Familia Michoacana, el Ejército contra “El Chapo” Guzmán, etcétera), a la Marina le tocó perseguir a Los Zetas. Así fue por años.


El almirante Saynez calculaba que Treviño caería en la recta final de 2012. Según me relatan quienes le escucharon más de una vez, confiaba en que lo tenían ya muy cercado.


El arriesgado vaticinio lo presenció más de una vez, por estar a su lado siempre, un hombre que se volvió clave con el transcurrir de los meses: el entonces vicealmirante, ascendido en los últimos días de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, Vidal Soberón Sáenz. Era el secretario particular de Saynez.


El actual almirante secretario se encargó de completar el trabajo de su ex jefe.


En esta captura de alto nivel varios factores deben considerarse: primero, la suave transición entre dos amigos y colaboradores –el timón de la Armada pasó de Saynez a Soberón– permitió que se mantuvieran las operaciones de inteligencia: no es lo mismo entregar la estafeta en una atmósfera de camaradería que empezar a navegar de nuevo la ruta. Fueron tres años de investigación contra “El Z-40”.


Segundo, el almirante Soberón, como lo remarca en cada discurso, ha establecido una nueva relación de estrecha cooperación con el Ejército, borrando la rivalidad que existió durante el sexenio pasado.



Y tercero, ha aprovechado que por su cercanía con el almirante Saynez lo conocen desde hace tiempo y por ello confían en él las agencias de inteligencia de Estados Unidos, claves en el combate al crimen organizado.


SACIAMORBOS


Furor en redes sociales porque en las primeras imágenes de “El Z-40” aprehendido, apareció caminando por los pasillos de la SEIDO sin esposas de metal. El vocero de Seguridad Nacional, Eduardo Sánchez, explica que la Marina tomó la decisión pues al estar ya en una instalación oficial y segura, y no presentar el detenido actitud peligrosa, mantenerlo esposado podría implicar indeseados problemas con alguna instancia de derechos humanos. Fue tal la polémica, que quizá para la próxima veamos al capo en turno con las muñecas de metal. 




Conjeturas


¿Combatir el empleo informal policiacamente, señor Osorio Chong?


Álvaro Cepeda Neri


Reuniones, pactos, ejes, reformas y discursos son el santo y seña del peñismo, sin que veamos los resultados, ya que el mismo Peña se presentó como un “presidente de resultados”. De esta manera, los reporteros: Emir Olivares, Isabel Becerril y Víctor Chávez, informan a los lectores sobre una reunión que tuvieron como actores a Manuel Mondragón, Murillo Káram, el jefe de la oficina de Los Pinos ya muy activo: Aurelio Nuño; Luis Videgaray, Osorio Chong, Idelfonso Guajardo, Gutiérrez Candiani y Alpízar Vallejo… de “chile, de dulce y de mole” o sea empresarios, secretarios del despacho presidencial, jefe policiaco encargado de la seguridad nacional y otros más, que integran la Comisión Intersecretarial para la Prevención y el Combate a la Economía Ilegal.

Van contra toda la actividad del comercio informal y, por lo tanto, contra los 24 millones de mexicanos que no encuentran empleo formal y los que sí tienen pero reciben salarios de hambre. Quiere ese grupo de “alto nivel” combatir la piratería, el contrabando y la venta de mercancías que incluyen tamales, garnachas, frutas, videos (que Slim vende en sus tiendas a 500 por ciento más), calzado y ropa (made in China). En suma, quieren que los 54 millones de pobres y los 40 millones más que el INEGI, por sus pantalones, elevó a “clase media”, ya no compren piratería ni productos que las aduanas dejan pasar mediante sobornos. La Nación está sumida en una crisis económica donde gran parte de ella gana un dólar al día; los hay que ni esto, y los que ganan entre tres y ocho salarios, ante el alza de los precios, no les alcanza para ir a las tiendas formales.

Si revisamos la actuación de Osorio Chong cuando fue desgobernador de Hidalgo, encontraremos que su autoritarismo desapareció una Escuela Normal y sometió a la población con mano policiaca. Hoy, el policía de Gobernación –que con Videgaray ya se disputa la sucesión de Peña– y todos sus peñistas arremeten a balazos contra la informalidad, pero no vemos cómo acabará con la informalidad. No hay creación de empleos, porque la reforma-contrarreforma laboral peñista sigue suspendida. No hay empleos porque padecemos la recesión o estancamiento económico. No hay empleos porque los empresarios de Gutiérrez Candiani no invierten y mantienen su dinero cubierto. Esos 24 millones en la informalidad es el déficit, heredado del borrachín de Calderón a Peña y éste, en lo que va de su gobierno, se la ha pasado con reformas para que rindan resultados hasta dentro de cuatro años (y a menos que se reelija, todo está en veremos).

Esta gran Comisión querrá combatir la informalidad mediante represiones sangrientas, encarcelamientos, homicidios, pero no será posible. En cambio pueden provocar que se adelante lo que está pasando en Brasil y en Chile, en Egipto, Siria y Turquía donde demandan la renuncia del mal gobierno. A Peña ya le acaban de demandar su renuncia. Ya veremos cuál opción quieren. Pero Osorio Chong, de antemano, se inclinará por la policiaca.


cepedaneri@prodigy.net.mx






De Frente y de Perfil


No supo Egidio


Ramón Zurita Sahagún



El pasado lunes, con la mayor tranquilidad del mundo, el gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, departía con algunos columnistas políticos de medios nacionales en la ciudad de México.

Nunca mencionó nada sobre la detención del peligroso delincuente, Miguel Ángel Treviño Morales, el temido Z 40, ocurrida en el estado que dice gobernar.

El tema no fue abordado, ya que el propio gobernador desconocía esa captura, sucedida horas antes –en forma oficial-, aunque hay quienes precisan que fue detenido con anterioridad.

La conversación versó sobre los resultados electorales de la contienda del 7 de julio y el panorama halagüeño, descrito por el mandatario, como son la reducción de los índices delictivos en la entidad.

Horas después de la comida, corría como reguero de pólvora la noticia de la detención de Treviño Morales, de la que el propio Egidio no sabía nada.

Las razones que, se dice, se esgrimieron para no informar al gobernador sobre el asuntos son variadas, aunque la más cercana es que será el mismo patrón a seguir, el de no informar a los gobernantes de este tipo de operativos, para evitar fugas de información o filtraciones.

Pero esa no fue la única razón, ya que entre los asuntos que deben ser aclarados sobre la participación del Z-40 en hechos delincuenciales se encuentra el crimen del entonces candidato priísta al gobierno de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú y de varios de sus colaboradores, sucedido unos cuantos días antes de la elección del cuatro de julio de 2010.

El asesinato de Rodolfo hizo que su partido buscara un rápido y cómodo reemplazo, por lo que el hoy gobernador Egidio Torre Cantú fue propuesto como sustituto de su propio hermano y ganó con gran amplitud los comicios de aquella fecha.

Para Egidio las cosas no han sido sencillas, ya que siempre ha mantenido la premisa de saber quién estaba detrás del crimen de su hermano y de cuatro de sus colaboradores (el coordinador de campaña del candidato del PRI, el diputado Enrique Blackmore, y su secretario particular, Alejandro Martínez, entre otros), sin que hasta la fecha se tenga información fidedigna sobre el asunto.

Ahora con la detención de Treviño Morales es posible que se destape la incógnita y se conozca en realidad lo ocurrido aquel lunes trágico del 28 de junio de 2010, cuando se conoció la noticia que situaba a México nuevamente en el mapa de los crímenes políticos.

La aprehensión del llamado Z-40 es la primera de uno de los personajes más buscados por la justicia, en relación con la delincuencia organizada, y establece los mecanismos a seguir, para evitar tropiezos de algún tipo.

Por lo pronto, además de no informar a los gobernantes de las entidades, manteniendo una total secrecía y la vinculación entre los grupos que luchan contra la delincuencia organizada.

En este caso fue la Marina la que se apuntó el punto a favor, aunque también se cuenta con la colaboración del Ejército y la policía federal, que no fue requerida en este caso.

También se apreció el manejo mediático de la información, mostrando al presunto delincuente sin protección alguna dentro de la instalaciones federales, sin esposas, ni chaleco blindado, caminando sin prisas y custodiado por los cuerpos de seguridad.

Por lo pronto, la administración de Enrique Peña Nieto se apuntó un tanto a su favor, tan grande que desde estados Unidos se mandaron mensajes alentadores para que su gobierno continúe con esta lucha en contra de la delincuencia organizada.

Ahora, falta saber que tantos de los “milagritos” que se le cuelgan al líder del grupo de los Z le corresponde realmente y cuáles otros no.

Rubén Moreira Valdez, gobernador de Coahuila, solicitó participar en un interrogatorio a Treviño Morales, para saber cuál fue su participación en el asesinato de su sobrino Eduardo (hijo de Humberto Moreira).

También se relacionó al llamado Z-40 con la muerte de migrantes y de presos en un penal del norte, entre otros ilícitos, además de su participación en delitos cometidos por el grupo de los Z, entre los que destacan la extorsión, los secuestros, asesinatos, manejo de enervantes, uso de armas prohibidas, más lo que se acumule en las semanas por venir.

Lo que sí se puede decir de esta detención es que fue un buen golpe del gobierno federal en contra de la delincuencia organizada.


REACCIONES DISTINTAS

Las reacciones de los gobernadores son sorprendentes, ya que mientras unos toman en serio las posibles represalias de la delincuencia organizada por la detención de uno de sus líderes, otros la desestiman.

Mario López Valdez, gobernador de Sinaloa, consideró que se puede desatar un escalada de violencia por esta detención de Miguel Ángel Treviño Morales, por lo que hay ser precavidos y tomar precauciones.

Rodrigo Medina de la Cruz, gobernador de Nuevo León, consideró que no hay necesidad de tomar medidas extraordinarias, ya que su entidad se encuentra segura.

Lo curioso de esto es que los dos estados se significan por la ola de violencia y se encuentran entre los que más ilícitos registran, vinculados con la delincuencia organizada.


PRESEA A JAVIER DUARTE

La Asociación de Consejeros Agregados y Enlaces de Policía y Seguridad decidió entregar su medalla Estrella de Primera Clase al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.

El reconocimiento se le hace por su destacada labor en materia de seguridad pública y proximidad social, implementó en beneficio de las familias veracruzanas.

Será esta la cuarta ocasión en que dicha asociación entrega la presea, pues antes le fueron entregadas al Dr. Miguel Ángel Mancera, entonces procurador del DF; Héctor Cabrera Rivero, Fiscal general de Yucatán y a Manuel Mondragón, entonces secretario de seguridad Pública del Distrito Federal.
email: ramonzurita44@hotmail.com


email: zurita_sahagun@hotmail.com

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